Jornada de reprobaciones en el pleno de la Diputación. Finalmente y después de las idas y venidas del PP, la censura contra la figura de Francisco Camps -actualmente con una triple imputación en tres procedimientos por corrupción- salió adelante con la abstención de los populares y de su socio, el tránsfuga Fernando Sepulcre. Como estaba previsto. En la sesión anterior, los populares se opusieron a la urgencia y vetaron el debate aunque, a las 24 horas, recularon y se comprometieron a facilitar la reprobación, como hicieron en las Cortes, con una abstención. Ayer se consumó. Un gesto político que, en el caso de la Diputación, tiene valor añadido por la relación política que en su día mantuvieron Camps y César Sánchez, asesor en Presidencia durante la etapa del primero en el Palau. Camps sigue cobrando un sueldo público del Consell Jurídic Consultiu con un coste que incluye el salario, asesores y chófer de 160.000 euros anuales para las arcas públicas de la Comunidad.

No fue la única reprobación de la sesión. También hubo censura política para el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, de Compromís. El dirigente de la coalición de izquierdas llamó a la número dos del PP, Eva Ortiz, «chimpancé con ballesta» en Twitter. La cuestión ya suscitó una reprimenda verbal en las Cortes, a la que sumaron todos los grupos menos Compromís. Durante la sesión, Gerard Fullana aprovechó para solicitar la convocatoria de un pleno extraordinario para que los diputados populares que están siendo investigados en alguna causa judicial den explicaciones. «Ya es la institución más investigada», denunció el diputado. Además se rechazó otra propuesta de Compromís para anular y rectificar las conclusiones de la comisión de investigación de los últimos doce años de gestión de la Diputación y una moción socialista que reclamaba una revalorización del cobro de las pensiones.