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Menos mujeres y menos poder local

La inmensa mayoría de los municipios de la provincia están gobernados por hombres y el porcentaje de alcaldesas cae al 15%

El equipo de gobierno en la Diputacion solo tiene una mujer. rafa arjones

Su presencia en las instituciones públicas locales de la provincia sigue siendo mucho menor que la de los hombres y se torna minúscula cuando se trata de cargos con poder. De los 141 municipios alicantinos existentes en la provincia, solo el 15% -veintidós en total- están gobernados por mujeres y, de todas ellos, únicamente cuatro están al frente de localidades con más de 20.000 habitantes. La representación femenina en la administración local tiene mucho camino aún por recorrer. Este mandato que arrancó en 2015 no ha ayudado mucho pese a los mensajes que, cada vez más, quieren impulsar la presencia de la mujer en todos los ámbitos de la esfera pública. Todo lo contrario, hay menos mujeres con menos poder.

En la política municipal alicantina, actualmente el 15% son alcaldesas frente a un 85% de hombres que, además, lideran todas las grandes ciudades de la provincia o cabeceras de comarca como Alicante, Elche, Benidorm, Orihuela, Torrevieja, Villena, Alcoy, Elda o Dénia. Por contra, el papel de las regidoras se reduce a poblaciones medias y pequeñas como Albatera, Alfafara, Algueña, Benasau, Beniardá, Benimassot, Bigastro, Cocentaina, Quatrerondeta, Fageca, Gata de Gorgos, Hondón de las Nieves, Jacarilla, Xixona, Monforte del Cid, Muro o Sella. Los únicos municipios de más de 20.000 habitantes gobernados por mujeres son Santa Pola, Petrer, Aspe y Almoradí, con alcaldesas socialistas en el caso de las tres primeras localidades y del PP en la población de la Vega Baja.

El mapa provincial de alcaldías evidencia la pérdida de poder de las mujeres respecto a los tres anteriores mandatos donde, en algún momento, llegaron a ocupar los puestos de mayor responsabilidad municipal en consistorios como Alicante, Orihuela, Elche, Dénia, Elda o Villena con Sonia Castedo, Mónica Lorente, Mercedes Alonso, Ana Kringe, Adela Pedrosa o Celia Lledó, respectivamente. Todas ellas encabezaron las listas a la Alcaldía impulsadas por el PP y llegaron a representar una amplísima cuota de poder institucional. Sin embargo, en este mandato las mujeres han quedado relegadas a gobernar localidades de menos de 12.000 habitantes, salvo las cuatro poblaciones citadas. Buena parte de estas mujeres ocupan la alcaldía de pueblos con menos de un millar de censados. Las mujeres que gobiernan los ayuntamientos más pequeños son Remedios Oltra (Benimassot), Mari Carmen Devesa (Fageca) y Silvia Soler (Quatretondeta), los tres municipios registran alrededor de un centenar de vecinos.

Además de dejar de ostentar la vara de mando en las principales ciudades de la provincia, las mujeres han desaparecido también de la primera línea de la Diputación. Durante el anterior mandato municipal estuvo al frente de la institución provincial Luisa Pastor, entonces primera edil de San Vicente del Raspeig que, sin embargo, fue relevada tras los comicios de 2015 para dar paso a César Sánchez. Fue el PP el que también confió en una mujer como Pastor para dirigir el Palacio Provincial en una etapa en la que, a su vez, coincidió con las citadas Castedo y Alonso en Alicante y Elche, las dos grandes alcaldías de la provincia.

Ahora, precisamente, la ilicitana Mercedes Alonso es la única mujer entre quince diputados del equipo de gobierno de la Diputación, la principal institución que le quedó al PP en toda la Comunidad tras las elecciones de hace casi tres años. El dato es similar al del equipo de gobierno de la corporación de 1979, donde Maria José García Herrero era la única mujer en la bancada de la UCD, con 16 diputados y dirigida por Luís Díaz Alperi. María José Torres sustituyó en el año 1982 al diputado ilicitano Germán Martínez, llegando a tener ese año el gobierno de la institución provincial dos mujeres en sus 16 escaños.

A día de hoy, en una bancada de 15 diputados, incluyendo al presidente, la única mujer en el equipo de gobierno es la exalcaldesa ilicitana, quien formaba parte, además, de la Junta de Gobierno de la institución hasta su salida en noviembre de 2016, cuando César Sánchez la sustituyó por el vicepresidente y alcalde de Planes, Javier Sendra. Desde entonces ese órgano de gobierno de la Diputación está copado por hombres. La institución provincial no ha sido nunca cosa de mujeres. Aunque ellas tienen una presencia minúscula en el equipo de gobierno, tampoco aparecen en la «foto» de la oposición. El grupo socialista, con once escaños, cuenta con tres diputadas: Fanny Serrano, Carolina Gracia y Mari Ángeles Jiménez. Los socialistas no tienen un histórico en la Diputación ligado a las mujeres. Salvo una diputada en la primera legislatura -Rosa Verdú, que entró por sustitución- destaca, por lo negativo, la etapa de Antonio Fernández Valenzuela, que se hizo con la presidencia en 1983. El número de mujeres en el mandato de 1983 a 1987 fue cero. Las mujeres -o mejor dicho, la mujer, porque fue la única- retornaron en el 87 de la mano de la diputada de CDS Antonia Martínez, para volver a desaparecer en la mandato 1991 a 1995. A partir de este último año ya empezaron a ser una constante en la Diputación, aunque con presencia limitada.

Los tres representantes de Compromís en la corporación provincial actual también son hombres y solo Raquel Pérez, diputada de EU, encabeza una formación política en el hemiciclo provincial al ser la única que forma parte de la Junta de Portavoces. Tampoco hay mujeres entre los principales cargos de los organismos autónomos. A ello se suma, atendiendo a la nómina de funcionarios, que el 63,4% de las jefaturas de servicio están en manos de hombres mientras que el 36,6% están encabezadas por mujeres, según los datos aportados por Intersindical. En cuanto a los directores de área la cosa tampoco varía: 67% son hombres y un 33% mujeres.

La fotografía del mapa municipal de la provincial saca a relucir que cuando los cargos públicos dependen de la elección directa del partido -por ejemplo, las candidaturas a la Alcaldía o los diputados provinciales- se opta más por los hombres para esos puestos de responsabilidad mientras las mujeres se quedan para puestos de calado pero ya de menos relevancía salvo algún caso concreto como el de Eva Montesinos, vicealcaldesa de Alicante, que llegó al cargo, en todo caso, tras la salida de Miguel Ángel Pavón

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