El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, respaldó ayer de forma pública y notoria al diputado de Bienestar Social, Miguel Zaragoza, detenido y puesto en libertad posteriormente el pasado martes en relación a presuntas irregularidades en una clínica en Gran Alacant durante su etapa como alcalde de Santa Pola. Sánchez entró al salón de plenos justo antes de comenzar la sesión plenaria y, en vez de ir a su sillón en un gesto poco habitual, cruzó el hemiciclo para subir hasta el escaño del diputado, algo que captó todas las miradas, porque a priori estaba haciendo fuera de guión. El gesto del presidente estaba programado. César Sánchez se acercó, subió a la bancada del PP y abrazó a Zaragoza, que estaba de pie junto a otros miembros de su grupo. Fue claro y evidente. Quiso mostrar así su apoyo a uno de los miembros de su equipo, en quien «confía», según las manifestaciones que realizó a este diario. El dirigente de la institución provincial no tomará medidas contra el también edil santapolero, a quien la Policía investiga por presunto cohecho, prevaricación y malversación, como tampoco lo ha hecho el PP. Los populares esperarán a que el juzgado abra diligencias para cruzar ese río, pero de momento y a falta de investigación judicial, los apoyos a Zaragoza son amplios.