El presidente de la Diputación, César Sánchez, anunció ayer un «giro de 360 grados» en el modelo de reparto de los planes de obras que históricamente se ha seguido en la institución para que estos lleguen al cien por cien de los municipios. En el pleno extraordinario para aprobar el Plan de Obras de 2018 -que salió adelante con todos los votos a favor menos el de la diputada de EU, Raquel Pérez- el presidente de la Diputación Provincial de Alicante admitió que el modelo actual «puede mejorarse y hacerse más operativo». Sánchez eligió para hacer el anuncio el final del pleno. Sus palabras cerrando la sesión sirvieron también para proyectar el fin de una etapa, dando a entender que se abre otra cargada de consenso y equidad con los pueblos con un gobierno dispuesto a dar carpetazo a un sistema que se parió con el bipartidismo que tradicionalmente ha reinado en la Diputación.

El discurso para dejar atrás la polémica que ha rodeado al Plan de Obras de 2018, que vino acompañado de críticas de la oposición y quejas de pueblos excluidos, tuvo como fin desligarse de la imagen de un gobierno que admitió en su totalidad las propuestas de obras de los municipios gobernados por el PP y que dejaba en la reserva a 17 pueblos gobernados, todos ellos, por la izquierda. «Voy a darle un giro de 360 grados al modelo histórico del plan de obras que ha existido en la Diputación», avanzó. Y anunció «un gran plan plurianual basado en los criterios de la coordinación y planificación». Su anuncio desembocó en una mención en el diputado de Obras y Servicios, Bernabé Cano, al que pidió que empiece a trabajar para tener un borrador pronto y poder presentarlo al resto de grupos. El objetivo, sostuvo Sánchez, es que de esa manera los pueblos puedan «planificar» la legislatura e intentar que «se mantenga al margen del debate político».

Porque para César Sánchez el debate político sobre el sistema de reparto, bien de obras o de subvenciones, está siendo un quebradero de cabeza, sobre todo después de que Compromís haya cuestionado tanto el sistema de las ayudas «a dedo» como el último Plan de Obras, que a punto estuvo de no contar con el respaldo de todos los grupos y que se negoció in extremis para que saliera ayer adelante por amplia mayoría. Para ello, se sacaron a última hora del plan municipios como Calp (donde es alcalde César Sánchez) u Orihuela y se incorporaron otros. «Cualquier acuerdo es una buena noticia», indicó, y añadió que le hubiera «gustado» que también hubiera entrado EU en este consenso.

El anuncio sirvió para plantear «un gran plan de mejora del municipalismo» que llegue a beneficiar al cien por cien de los municipios y que permita aplacar el debate político de los repartos que César Sánchez se intenta sacudir a poco más de un año de las elecciones. No hay que dejar a un lado que entre sus expectativas políticas está el repetir como cabeza de la Diputación el próximo año. «Una buena acción no debe estar tapada por una interpretación». En sus palabras, el presidente no olvidó agradecer a los socialistas y también a Compromís su disposición a pactar el Plan de Obras de 2018 y apostilló que su equipo de gobierno ha demostrado que «no hay colores políticos cuando se trata de los intereses ciudadanos».

Intervenciones

La diputada de EU votó en contra del plan y dijo que su grupo «no va a entrar en este juego». «Ni pactamos ni negociamos las bases y las convocatorias de libre concurrencia que deben ser los técnicos los que las determinen», dijo Pérez, y anunció que llevará el plan de obras a los tribunales «por modificar las bases al final del partido». Frente a ello, desde Compromís, Gerard Fullana, contestó que a su coalición «las prórrogas nos gustan. Nos da igual que se alarguen los partidos y se llegue a un acuerdo». Por ello, explicó que la mayoría de los pueblos de menos de 5.000 habitantes entran en el plan y «eso es un criterio».

Por su parte, el portavoz del PSPV, José Chulvi, reclamó tomar en consideración las «conclusiones» del proceso porque de ello dependerá el futuro de la institución. Alegó que el pacto significa «poner a los ayuntamientos en el centro de la acción política. Es un acuerdo que suma y que es bueno para los municipios», señaló. El diputado portavoz del PP y del equipo de Gobierno, Carlos Castillo, dijo en su intervención que en política «el ruido es inevitable, quizás excesivo para un acuerdo alcanzable» y, por ello, instó a seguir trabajando «con el mismo nivel de compromiso».