Las familias del socialismo alicantino evitaron ayer una nueva disputa interna a la espera de lo que ocurra en la asamblea local para renovar la secretaría general en Alicante y que podría celebrarse a entre finales de abril y el mes de mayo. Los clanes del PSPV en la capital pactaron una lista conjunta al congreso comarcal de l'Alacantí convocado la próxima semana para ratificar a Baltasar Ortiz como secretario general con una ejecutiva que estará controlada por los afines a Ángel Franco como se explicitó con una victoria basada en el resultado que arrojaron las urnas en la capital. Las estructuras comarcales tendrán, en la práctica, poco poder pero, en cualquier caso, le han facilitado a los perdedores del congreso provincial -Franco o el alcalde de Elda, Rubén Alfaro- tomar aire con victorias en sus territorios.

Conscientes del compás de espera y la inutilidad de esta batalla parcial, los sectores socialistas pactaron una candidatura única de la capital al congreso de l'Alacantí entre la indiferencia de la militancia. Apenas acudieron unas 150 personas a la convocatoria. Un paréntesis para evitar contarse a la espera de lo que ocurra en la asamblea local. Es público y notorio que el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, a pesar de sus dos imputaciones judiciales, está decidido a volver a optar a la secretaría general. Y es muy probable que, en ese punto, los críticos -aglutinados alrededor del «sanchismo»- le planteen una alternativa. Así que contarse para una asamblea comarcal no tenía, en este momento, ningún sentido. Un futuro complicado para el nuevo equipo de Baltasar Ortiz, que sólo ganó en dos pueblos -Alicante y Sant Joan, por la mínima- y que perdió en los otros siete.