La bronca judicial entre la diputada de EU, Raquel Pérez, y su exasesor en la Diputación, Paco Agulló, mantiene la crispación en el seno interno de la formación a las puertas de la asamblea extraordinaria que elegirá el sábado nueva dirección en la Comunidad Valenciana. El exasesor de Pérez no acudió ayer a los juzgados de Alcoy, donde estaba previsto un acto para que se retractara de sus acusaciones cotra la diputada o, en su defecto, aportar las pruebas que justifiquen la acusación por «mobbing» que presentó ante el partido pero que no llevó a los tribunales.

La portavoz de EU en la Diputación -integrada en la candidatura de Rosa Albert como número tres a la dirección de EU en el País Valencià-sí acudió a los juzgados acompañada de la edil de Ibi Noemí García; su compañero en El Campello, Pedro Mario Pardo, secretario del PCPV L'Alcantí, y el anterior secretario de organización de EUPV, Antonio Parrilla, quienes estuvieron con ella en señal de apoyo. Por parte de Paco Agulló solo se personó un letrado en su nombre y no se produjo marcha atrás.

Lo que pedía la diputada es que se retractara «de sus graves acusaciones», y si no era así que pusiera pruebas sobre la mesa. «Puedo decir que es un difamador que no ha tenido la valentía de sostener ante un juez lo que dijo al partido y a otros», sentenció Pérez, única representante de EU en la Diputación de Alicante. Asimismo, anticipó que está estudiando acciones penales contra su exasesor.

Paco Agulló denunció a Raquel Pérez por «mobbing» ante el partido el verano pasado y, entre otras cosas, aseguró que le había retirado el acceso a las cuentas del grupo así como otras acciones enmarcadas en el acoso laboral. Poco después, salían a la luz pública las facturas que revelaban que el coordinador general de EUPV, David Rodríguez, viajó a Cuba al entierro de Fidel Castro con los fondos públicos del grupo de la Diputación.