Ciudadanos, partido de moda en las encuestas y decidido a darle el «sorpasso» al PP por la derecha, tiene el viento a favor para manejar a su conveniencia los tiempos para las elecciones autonómicas y municipales de 2019 con un amplio margen de maniobra. La intención de la cúpula de la formación de Albert Rivera es la de afrontar la parte más espinosa de la precampaña -la confección de las candidaturas- lo más cerca posible de los comicios: a partir de enero de 2019. La estrategia tiene un doble objetivo. Aprovechar este momento de claro crecimiento para consolidar y ampliar sus estructuras sin que afloren conflictos internos que puedan dañar la imagen de la sigla y apurar todos los contactos que la formación tiene en marcha para incorporar una buena nómina de notables de diversa procedencia. Hay carpetas abiertas no sólo con personalidades procedentes de la órbita del PP sino también, apuntan estas mismas fuentes, del entorno de los socialistas, a los que los naranja esperan arrebatar parte de su electorado de corte más moderado para 2019.

Hace unos días, Fran Hervías, secretario de Organización de Ciudadanos y uno de los hombres de confianza de Rivera, estuvo de ruta por la Comunidad. Mantuvo encuentros en Alicante y también en València para trasladar un mensaje claro y nítido: evitar por completo y a toda costa cualquier movimiento que genere ruido interno. La formación quiere aprovechar unos meses en las que tiene el viento soplando a favor para consolidar y ampliar estructuras que le permitan completar el mapa de candidaturas municipales. No es una cuestión menor. Básicamente y dejando a un lado la excepcionalidad de Cataluña, el gran problema que tiene Ciudadanos es trasladar al ámbito local y autonómico el éxito de una marca que tiene más impacto en unas elecciones generales. Hasta ahora, siempre ha registrado diferencias entre unos y otros comicios.

Y para eso necesita tiempo, algo que la dirección naranja piensa aprovechar durante los próximos meses. Pero también una nómina de candidatos y de números uno municipales de cierta solvencia, una organización que en estos momentos Ciudadanos todavía no tiene modelada. La cúpula naranja sabe que las municipales y autonómicas son unos comicios en los que puede tener más dificultad para vender su mensaje. Así que la combinación de ambas cosas -tiempo y obligación no sólo de consolidar sino de crecer- conduce a un segundo objetivo que los de Albert Rivera se han marcado para lo queda de año y que también les aconseja alargar esos plazos para completar las candidaturas electorales. En los próximos meses, Ciudadanos ya negocia incorporaciones de cierto relumbrón a su proyecto.

Y en el caso de la Comunidad y de la provincia, los «fichajes» que la organización que lidera Albert Rivera espera anunciar proceden tanto del entorno del PP como también de las filas socialistas. De ambos caladeros e incluso también de Podemos -el último CIS hablaba de una transferencia del 7% de los morados a los naranjas- esperan cazar votos los de Albert Rivera a los que además la espera les puede favorecer a la hora de captar a descontentos del proceso de confección de listas del PP que arrancará después de la convención de abril y que se adivina pleno de tensiones y importantes batallas internas.