A la dirección del PP no le queda otra que intensificar al máximo su presencia en territorios claves para intentar hacer frente a una evidencia: el avance que, de momento, le conceden las encuestas a Cs llega en gran medida a costa del espacio popular. Y Alicante, junto al conjunto de la Comunidad, es una de esas circunscripciones en las que el PP, a pesar de que puertas hacia fuera trata de ofrecer imagen de tranquilidad, siente el peligro. La movilización de Génova va a continuar en los próximos meses. Los populares se han marcado el objetivo de mantener la Diputación y de tratar de volver al gobierno municipal de Alicante pero, en estos momentos, su posición hegemónica en el bloque de la derecha está en riesgo por el auge de Ciudadanos. Y Madrid tiene que salir al rescate.

En las últimas semanas, como ya ha venido publicando este periódico, esa presencia de altos cargos ha sido muy importante con dos visitas de Rajoy, la última de ellas el sábado a una convención en Elche solicitada directamente por la ejecutiva provincial del PP hace un tiempo. Ese movimiento en las filas populares se va a intensificar. La estrategia es «salir a la calle» en aquellos territorios en los que el impacto de Cs puede ser mayor, algo que ya acordó la dirección nacional del PP cuando se encontró con un enorme varapalo electoral en Cataluña que encumbró a los de Albert Rivera no sólo en Cataluña sino también en las encuestas del resto de España. No se puede hacer política en el Congreso toda vez que continúa el bloqueo presupuestario y, por tanto, la cúpula popular tratará de «vender» la gestión del Gobierno.

Así que la cúpula de Génova ha diseñado un calendario que, entre la actividad del PP y la acción institucional desplegada desde la Moncloa, trata de lanzar una precampaña electoral a más de un año vista y que se puede hacer muy larga. Analizados los espacios en los que celebran los populares su actividad queda claro que uno de los espacios prioritarios de esta iniciativa está en Andalucía donde entre el 6 y el 8 de abril se celebra una convención nacional del PP. La formación trabaja con la hipótesis de un adelanto de las elecciones autonómicas para finales de año. Y también en la Comunidad. Dentro de dos semanas, la plana mayor popular volverá, en este caso, a la ciudad de València para un encuentro del grupo del PP en Europa.

Fuentes del partido dan por hecho que esa presencia no sólo de Rajoy sino también de miembros del Gobierno y de altos cargos será constante como una alternativa visible para afrontar unos comicios muy complicados. En el PP, de momento, intentan mantener la calma. Durante un acto en València y preguntada por si teme un trasvase de dirigentes del PP a Cs, Isabel Bonig aseguró que «no» porque «somos un partido libre y es un país libre». Así, afirmó que «todos aquellos que quieren estar, están» y si bien admitió que hubo concejales la pasada legislatura que dejaron el partido, «muchos exmiembros del PP se fueron voluntariamente y otros los expulsamos por distintas circunstancias, como cuestiones disciplinarias y relacionadas con la corrupción». «El PP está muy centrado en la Comunidad. Otros se dedican a hacer tonterías», zanjó Isabel Bonig.

Con este panorama, la previsión que maneja la dirección del PP es que los movimientos para nombrar a los candidatos locales se intensifiquen tras la convención que se celebrará en el mes de abril en Sevilla. Y en el caso de Alicante, la candidatura que genera una mayor expectación, no parece tampoco que se vaya a tomar una resolución en un plazo breve. En estos momentos, de hecho, ni siquiera Génova, que valida la propuesta de la provincial, ha elaborado las encuestas con las que intentará agrupar los datos de conocimiento para la elección. Siguen los mismos nombres sobre el tapete -Luis Barcala, José Miguel Saval, Carlos Marzón y Carlos Castillo- pero se sigue buscando una mujer.