Los senadores de Compromís, Jordi Navarrete y Carles Mulet, han enviado una carta al delegado del Gobierno en la Comunidad, Juan Carlos Moragues, en el que le reclaman respeto hacia el valenciano en las calles y que reconsidere la particular persecución hacia esta lengua oficial y los ayuntamientos gobernados por Compromís iniciada desde la institución que dirige. "Una práctica injusta y desleal viniendo de una administración superior, más preocupada en amenazar a una lengua minorizada que de solucionar los problemas de los vecinos de los pueblos valencianos, acabar con la carencia que sufrimos de infraestructuras o garantizar las inversiones que corresponden a nuestro territorio por su peso poblacional", ha señalado el portavoz y senador territorial Carles Mulet.

La carta evidencia además que se trata de una campaña sistematizada "de copiar y pegar" la misiva que ya envió en su día a la ciudad de València. "Una dinámica intolerable para generar problemas en numerosos municipios valencianos que por voluntad de sus plenos aprobaron reglamentos de promoción del valenciano hace décadas y que persigue obligar a cambiar a diestro y siniestro señales universalmente reconocidas y cuyo único problema parece ser que cuentan con algunas palabras en valenciano para imponer el castellano", ha lamentado Mulet que ha recordado que "el problema ni siquiera había existido en los 12 años de gobierno -cuatro con alcaldía- del Partido Popular en la localidad", por lo que ha reprochado que "Moragues se pase de frenada cuando hace la vista gorda ante las señales, nombres de calles y plazas que incumplen la Ley de la Memoria Histórica o persigue lenguas desde las instituciones".

Los senadores de Compromís han lamentado la alocada carrera de PP y Ciudadanos por erigirse en los más españolistas y nacionalistas y les han recordado que la propia Constitución en su artículo 3 apela a "la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España, patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección". "Pero las políticas llevadas a cabo por el ejecutivo pretenden acabar de forma irracional con esta riqueza cultural, sin respetar lo más característico y básico del Estado español, u diversidad, que queda sin la protección necesaria y sin el respeto merecido", aseguran en la misiva.

Compromís reclama "que de marcha atrás" y han recordado al delegado el fracaso en la convivencia y lo que supone no aprovechar al máximo la vida útil de las señales ya colocadas siguiendo los principios de eficiencia, eficacia y ahorro en la gestión del dinero público.