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Ximo Puig: «Los valencianos no queremos ser más que nadie, pero que no nos tomen por imbéciles»

Ximo Puig: «Los valencianos no queremos ser más que nadie, pero que no nos tomen por imbéciles» Fernando Bustamante

Salió optimista de la entrevista en septiembre con Mariano Rajoy. Cinco meses después, ¿le ha decepcionado?

Soy optimista por naturaleza. El pesimismo no sirve para nada. Esta batalla sabemos que va a ser muy dura, con muchos intereses que no juegan a favor de la Comunidad, pero en dos años y medio hemos conseguido situar el problema valenciano. Ya está donde queríamos: la sociedad valenciana está bastante unida en torno a este asunto y fuera ya está encima de la mesa.

¿Puede haber nuevo modelo de financiación autonómica sin solución a la deuda de las comunidades peor financiadas?

De lo que estamos hablando es de una compensación por la infrafinanciación a partir del año 2000. No queremos que el resto de españoles pague el despilfarro de los gobiernos anteriores, pero hay que pasar cuentas sin sentido victimista ni vengativo y compensar a las comunidades que han sido peor tratadas por un sistema que se hizo con la mejor intención, pero que ha generado asimetrías profundas.

Un agujero de más de 20.000 millones de euros.

Así es. Alguna comunidad ha recibido 30.000 millones más que la valenciana y se atreve a dar lecciones de buena gestión. Es un insulto a la inteligencia. Los valencianos no queremos ser más que nadie ni nos tenemos por más listos, pero no nos gusta que nos tomen por imbéciles.

Entiendo que se refiere a Galicia. ¿Ha hablado con Núñez Feijóo últimamente?

No. Hablé en Fitur. Creo que ha hecho un mal servicio a la solución de este problema, porque no se trata de generar una confrontación. Nuestra propuesta mejora el conjunto del sistema. No exigimos la condonación de la deuda como si fuéramos un país del tercer mundo, solo que se compense una infrafinanciación manifiesta. Las deudas claro que hay que pagarlas: el Gobierno de España ha de pagar la que tiene con la Comunidad.

El ministro Montoro dice ahora que ni hablar de quitas de deuda, pero sí abre la puerta a la reestructuración de deuda. ¿Le serviría?

Nosotros no estamos en un debate nominalista. Da igual cómo lo llamen si de lo que se trata es de recuperar el desfase en la financiación desde el año 2000.

¿Cree que si este asunto no se resuelve en pocos meses quedará empantanado al abrirse pronto un periodo electoral que imposibilitaría cualquier acuerdo?

La que está empantanada es la situación política española. Solucionar la financiación ayudaría a mejorar ese atasco monumental.

El Gobierno prefiere ahora pactar antes con el PSOE que con las comunidades. ¿Lo acepta como hoja de ruta aunque minusvalores a las autonomías?

No se pueden hacer trampas al solitario. El nuestro es un estado autonómico y debe haber una doble negociación. La fundamental es la que está residenciada en las instituciones democráticas, que son las autonomías, y después habrá que buscar un acuerdo político en el Congreso. Hay una doble legitimidad, territorial e ideológica, que hay que respetar. Este no es un problema del PP y del PSOE, va mucho más allá. Nuestro análisis es difícil de combatir: diversidad territorial e igualdad entre ciudadanos. Sirve para todos. Lo que no puede continuar es la asimetría actual.

¿La recentralización es el gran problema de la España actual?

La crisis catalana está produciendo un bandazo que da cobertura a aquellos que han querido siempre la recentralización. Esta no afecta solo al PP, sino a las élites sociales, pero la respuesta al independentismo no puede ser la recentralización.

¿Se siente apoyado por el PSOE en sus posturas sobre la financiación y el modelo territorial?

Lo que ha dicho Pedro Sánchez sobre la financiación coincide con nuestra postura. Sería absurdo que un partido de izquierdas no estuviera por la igualdad de territorios.

¿También sobre la deuda?

Sí, sí. Estaba Pedro Sánchez en València cuando lo abordamos. También está Susana Díaz en esa postura y la presidenta balear.

¿Pero su partido puede fijar una posición común y compartida por todos sus líderes territoriales sobre la deuda?

Sí. Nuestra propuesta es para España. No se trata de que los del PP hablen por su cuenta y los del PSOE por la suya. Esto no va así. Las instituciones no son de los partidos. Lo demás es una falta de calidad democrática. La vía valenciana es reivindicativa, pero también de acuerdo con otras comunidades y de respeto a las instituciones y partidos.

Dijo que la España de las autonomías está agotada, pero es el modelo que la mayoría de españoles y valencianos prefiere no tocar, según las últimas encuestas. ¿Se pasó de frenada?

No. Creo que se necesita un reseteo del estado autonómico, porque los instrumentos federales han fallado: el Senado no es una cámara territorial y no hay órganos de cooperación federal. Se interpreta federal como separación y es un enorme error. Federalismo es unir. Hay países federales como Alemania, Austria y Canadá que funcionan mejor y no deberíamos alejarnos mucho de ese modelo, porque tan malo no debe de ser.

Pero habla de más federalismo cuando la tendencia en las encuestas es a más España.

Yo creo en la democracia representativa, en los debates serios y no a golpe de encuestas. Cataluña lo está condicionando todo y el péndulo va ahora hacia la recentralización, pero ni ésta ni el independentismo son la solución.

¿Es Cs un partido populista de derechas?

Creo que es un partido en busca de autor.

Tiene a Albert Rivera.

En busca de autor y de libreto. Tiene un líder, pero hay que ver cómo define aún sus contornos ideológicos.

¿Es una operación de los grandes poderes económicos?

Soy muy poco de las teorías conspirativas, aunque es evidente que la derecha tiene sus intereses y no va a dejar caer por el precipicio sus opciones políticas.

Lo que parece es que el auge de Ciudadanos y la caída de Podemos hace más difícil un gobierno progresista en España. ¿Está más lejos hoy la izquierda de gobernar que en 2016?

No estamos en la antesala electoral y quienes opinan no lo hacen con la tensión de ir a votar. Las encuestas hay que verlas con cierta distancia. Entiendo que hay un hartazgo de lo que ha sido el PP y creo que España es de centroizquierda. Otra cosa es lo que pueda pasar en un momento de polarización.

¿Le incomoda ver a Oriol Junqueras o los Jordis en prisión?

Sí, claro. No se puede liquidar el Estado de derecho, pero no se puede encomendar todo a la justicia. Respeto las decisiones de los jueces, pero las resoluciones podrían ser otras con la misma ley en la mano. La libertad es un derecho esencial en una democracia y la prisión preventiva debería limitarse a unas motivaciones muy definidas.

¿Se ve en el Consell Jurídic en la vida posterior al Palau?

No me apetece mucho. Es bueno que quienes hayan sido presidentes tengan siempre una responsabilidad ante la sociedad, pero no quiere decir estar en el Consell Jurídic. Si te crees la responsabilidad, no haces lo que alguno está haciendo ahora. Tengo ilusión por hacer otras cosas.

¿Cree que conviene modificar el estatuto de los expresidentes para restarles prebendas?

Creo que no hay demasiadas prebendas. Se trata de que cada uno sea responsable de lo que hace. Hablar mal de los políticos es fácil, pero alguien tiene que representarnos y arbitrar la convivencia, que no triunfe la ley de la selva. La política se ha ganado cierto desprestigio y hay que atraer talento.

Un gobierno de izquierdas defendido por los empresarios. ¿No es una contradicción política?

En absoluto. Nosotros gobernamos para todos. Tenemos muy buena interlocución con los empresarios, pero también con los sindicatos. La izquierda reformista quiere generar consensos en una sociedad inclusiva en la que todo el mundo tenga su papel.

El conseller Alcaraz decía que el Consell no va a olvidar a los empresarios condenados por corrupción.

El Consell va a respetar siempre la legalidad, pero comparto el espíritu de lo que decía Alcaraz. Ha habido complicidades en el pasado que han generado desafección y pérdida económica para la sociedad, pero atenderemos lo que digan las sentencias.

¿Isabel Bonig es la mejor rival que puede tener?

No coincido en muchas cosas con ella, pero la respeto.

¿De la tasa turística diría que no es una prioridad básica?

No se puede satanizar nada ni los debates se pueden hacer en términos fundamentalistas. Al turismo de la Comunidad Valenciana en su globalidad no le favorece la tasa. Otra cosa es que se puede aplicar en algún municipio desde el acuerdo. La aceptación de la política turística de la Generalitat tiene unos índices enormes en el último barómetro y la tasa genera problemas en operadores y zonas importantes de Alicante.

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