El considerado cerebro financiero de la trama Gürtel, Ramón Blanco Balín, declaró ayer en el juicio que se está celebrando la Audiencia Nacional por la presunta financiación ilegal del PP en la Comunidad que su despacho de asesoría fiscal «nunca cambió, ni modificó» las facturas de Orange Market, la firma valenciana del entramado empresarial de Francisco Correa.

Durante su declaración ante el titular del Juzgado Central de lo Penal, José María Vázquez Honrubia, el exvicepresidente de Repsol aseguró que Orange Market le enviaba directamente las facturas de todos los trabajos que se suponían que habían realizado. «No teníamos capacidad para saber si los servicios se habían prestado o no», puntualizó. Entre estos trabajos se encuentran los actos de campaña de las elecciones municipales y autonómicas de 2007 y las generales de 2008 que realizaron para el PP valenciano, liderado entonces por Francisco Camps, y con los cuales se sospecha que la formación política se financió irregularmente.

Sin conocimiento

A preguntas de la fiscal Anticorrupción Myriam Segura, Blanco Balín explicó que nunca detectó irregularidad alguna y que de haberlo hecho habría dejado de trabajar con la Gürtel. «Mi despacho no ha encontrado nunca nada sobre la caja b, no teníamos conocimiento ni de facturas manipuladas o modificadas en su concepto y que no correspondían a la realidad, ni que había unos pagos que se realizaban en efectivo», afirmó.

El amigo del expresidente José María Aznar ha negado que participara en la ocultación de fondo: «Mi despacho, en ningún momento, ni cambió ni modificó ninguna factura que llegó desde Valencia». De hecho, puso como ejemplo que una vez le pasaron una factura relacionada con la competición de vela Copa de América, que se celebró en Valencia en 2007, y comunicó que no era deducible

El considerado el «blanqueador» de Correa relató al juez que fue el yerno de Aznar, Alejandro Agag, quien le «envió» al líder de la trama. Y continuó diciendo que no dudó en trabajar con ellos porque Agag es «una persona lo suficientemente creíble para hacer esto».

En otro momento de su declaración, Blanco Balín explicó que cuando el número dos de la Gürtel, Pablo Crespo, le pidió hacerse cargo de la contabilidad de Orange Market, él aceptó pero avisando de que sólo podría llevar las cuentas «durante un tiempo» porque su despacho no llevaba a «sociedades operativas que tienen mucho movimiento». Por ello, no trabajó con las empresas de Correa con sede en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, dijo, cuyo trabajó se analizó en el juicio por la primera época de la trama corrupta.

El asesor fiscal, quien está representado por el letrado Esteban Mestre y que al inicio de su comparecencia ha dicho que ahora trabaja prestando los mismos servicios en África, precisó que ni Correa, ni Crespo le entregaban las facturas sino que llegaban a su despacho directamente desde Orange Market, aunque no recuerda quién mandaba la documentación.

Socio

Según el escrito de la Fiscalía Anticorrupción, Blanco Balín, que se enfrenta a 15 años de prisión por seis delitos fiscales, formó parte del Consejo de Administración de Orange Market a través de la mercantil Hator Consulting, que actuaba representada por su despacho de asesoría. Al respecto, explicó que su participación en Hator Consulting se debe a que Correa le regaló el 30 por ciento de las acciones en el momento de su constitución, así como participaciones de otras sociedades, para compensar el «pago de minutas» de sus honorarios. En este sentido, destacó que nunca fue «dueño» ni tomó decisiones en esa compañía y que, por tanto, no se llevó «remuneración ni dividendos» de ella. «Ser socio de una compañía creo que no lleva aparejado la gestión», añadió al mismo tiempo que precisó que es accionista de grandes multinacionales.