Uno de los desvelos del Consell al colocarse en la primera línea del debate territorial y de la financiación autonómica ha sido evitar una guerra autonómica. La consigna era que no se crearan bloques y que todas las comunidades exigieran el nuevo modelo frente al Gobierno central porque todas podían salir ganando. Los encuentros que durante 2017 mantuvo el conseller de Hacienda, Vicent Soler, con otros homólogos iban en esa dirección.

Esa línea de trabajo, detenida a la espera de que la Moncloa explicite su propuesta de financiación, sufrió ayer una importante carga de dinamita con las declaraciones del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo. Estas levantan la amenaza de un frentismo territorial que alimenta el inmovilismo.

Dijo Feijóo (en Madrid) que no ve motivos para la queja de la Generalitat cuando el ejecutivo le ha condonado 11.000 millones en intereses de la deuda y cuando fue el PSOE el autor intelectual del actual sistema. El Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra «se lo debería agradecer a este gobierno», recogió Europa Press. No explicó el líder gallego la procedencia de sus datos. En un informe de diciembre, Fedea (el laboratorio de estudios próximo a Montoro) señalaba que Hacienda calcula que la Comunidad Valenciana se ha ahorrado 5.320 millones en intereses de crédito gracias al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). El think tank reducía esa cifra a los 3.915 millones al valorar la fluctuación de los tipos de interés entre 2012 y 2016.

El Consell, que ya se indignó con el citado estudio reaccionó también airado ante Feijóo. Puig empezó rechazando «la guerra» que sugiere el gallego y calificó de «irresponsable» que «azuce el debate entre territorios». Pero acabó replicándole: «Si la Comunidad tuviera la financiación por habitante de Galicia este año hubiéramos tenido 2.500 millones más de euros, con lo cual no tendríamos ningún problema de deuda». La posición de Feijóo contrasta con la manifestada hace solo unos días, cuando reclamaba una conferencia de presidentes autonómicos para analizar el incumplimiento del compromiso de un nuevo modelo de financiación. Hay que situarla, por tanto, en un contexto territorial y partidista.

La zona noroeste es la más activa en la defensa del statu quo vigente. Galicia, Asturias y Castilla y León forman un grupo unido, al que han intentado acercar a Cantabria, La Rioja y Aragón. Feijóo, que ayer defendió sin fisuras la gestión de Rajoy, es además el barón popular mejor situado en la carrera por la sucesión. Su voz cobra así una relevancia especial.

El PSPV subrayó esa arista. «Feijóo empieza su carrera por la sucesión de Rajoy mintiendo y demostrando su profundo desconocimiento sobre el modelo de financiación», dijo el portavoz en las Cortes, Manolo Mata, quien incidió en la deuda que supone el FLA.