La sombra de los trajes de Francisco Camps es alargada. Tanto que ayer el exsecretario del PP Ricardo Costa declaró que los miembros de la red Gürtel Pablo Crespo y Álvaro Pérez, «El Bigotes», le preguntaron en una ocasión si una de las empresas del entramado podía pasar al PP «una factura por valor de 20.000 euros para pagar gastos de prendas de vestir del presidente», lo que a Costa le pareció «desproporcionado». Costa fue absuelto junto a Camps de un cohecho pasivo impropio del que estaban acusados por recibir trajes de la trama Gürtel. Un delito que también se imputaba al exvicepresidente Víctor Campos y al exjefe de Turismo Rafael Betoret y que ambos admitieron, por lo que fueron condenados a una multa y a la devolución de las prendas.
Además de los trajes también los complementos estuvieron presentes ayer en la quinta jornada del juicio por financiación ilegal del PP. Costa relató que Álvaro Pérez quiso agradecerle las gestiones que estaba realizando para que cobraran lo que les debía el partido con el regalo de un reloj de oro marca Breitling, un obsequio que asegura que devolvió.
Al hilo de esta declaración, Rambla apuntó, no sin cierta sorna, que a él lo que le regalaron por Navidad no fue un Breitling, sino un despertador. «Supongo que para que espabilara», apostilló.
Todo el relajo y aplomo que Costa exhibió durante su declaración se volvió a tranformar a su término en tensión, la misma que desde que comenzó la vista le hace apretar la mandíbula o no parar en la silla. A Rambla, que le dio por lanzar preguntas al viento para después respondérselas, el juez el conminó a que modificara esa forma de declarar.
