La Federación Valenciana de Municipios y Provincias
A mi me gustaría que la Diputación descentralizara aún más su gestión. En España se está pidiendo una reforma del modelo de Estado. Hay unos servicios que gestiona. Y lo debe seguir haciendo. Pero hay otra parte del presupuesto dedicado a la inversión municipal que debería repartirse desde una visión compartida con la filosofía, por ejemplo, del Fondo de Cooperación.
¿Está hablando de que los alcaldes tengan más presencia en la gestión de la Diputación
Correcto. Hay un despliegue del protagonismo de los municipios que está, incluso, por encima del papel de los estados. No soy nadie para pontificar. Pero la Diputación debería tener en cuenta la creación de consejos de alcaldes y su visión...
A usted le gustaría, por ejemplo, que la Diputación tuviera más en cuenta entonces a los alcaldes en las decisiones que se toman...
Por ejemplo. Y facilitaría que las decisiones que se tomaran tuvieran mucho más respaldo. No tendría un conflicto como el que se ha generado, sin ir más lejos, con las ayudas «a dedo». Ese es un tema que afecta directamente a los alcaldes.
¿Cómo considera usted que se deben repartir los presupuestos de la Diputación?
Descentralizando, consultando con los alcaldes y con un sistema de pública concurrencia. Hay que evitar las ayudas directas salvo en cuestiones urgentes y extraordinarias que se puedan justificar en un consejo de alcaldes. Y los recursos deben distribuirse, insisto, con un sistema parecido al del Fondo de Cooperación con los mecanismo correctores que se considere para que los municipios pequeños no salgan perjudicados.
¿Tendría que haber entonces un pacto sobre cómo distribuir ese dinero para inversiones?
Daríamos una buena imagen a los ciudadanos y se reduciría el conflicto político en la Diputación. Creo que este, además, es el momento ideal para abordarlo por la pluralidad política que se refleja en el hemiciclo de la Diputación. Inicialmente tiene que haber un acuerdo entre los partidos al que se vayan sumando los alcaldes.
¿Cómo valora la gestión de César Sánchez al frente de la Diputación de Alicante?
Está perdiendo oportunidades. La pluralidad del sistema político puede ser una oportunidad o un castigo. Después de una etapa en la que la imagen de la Diputación era mala con clientelismo o casos de corrupción, entiendo que ahora teníamos una buena oportunidad de habernos sentado para abrir una nueva etapa y levantar la hipoteca reputacional que tiene esa institución. Era un momento magnífico. Y César Sánchez, en mi opinión, no lo está aprovechando.
¿Le ofrece un acuerdo a César Sánchez
Mano tendida absoluta para llegar a pactos.
La próxima semana, precisamente, se reúne César Sánchez con Ximo Puig
Es una muy buena noticia. Deben cooperar. En un territorio como la Comunidad Valenciana que debe ocupar un espacio muy definido en España con el turismo, la industria, la agricultura o en el debate de la financiación autonómica, tenemos que evitar competir entre instituciones. Nuestra sociedad es muy agradecida: cuando se le da una oportunidad, responde con gran fortaleza. Por eso, a veces, Madrid nos marca tan de cerca. Lo hacen porque somos un territorio de oportunidades y con capacidad de crecimiento.
¿Si usted arrastrara dos imputaciones por su gestión municipal dimitiría como alcalde?
Depende. No es una cosa automática.
Le preguntaba por la situación del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri.
Por eso le he contestado que depende de las imputaciones. Gabriel Echávarri es el que debe gestionar su situación. Le deseo lo mejor. Pero como presidente de todos los alcaldes sí digo una cosa: no son comparables todas las imputaciones. Una cosa es caer en un error administrativo, que es algo que puede ocurrir; y otra muy diferente es una investigación por corrupción.
¿En el caso de Gabriel Echávarri estamos hablando de dos cuestiones administrativas?
En mi opinión, claramente sí.
¿Y arrastra esa crisis política de los socialistas en la capital al resto de la provincia?
Evidentemente, nos afecta a todos. Siempre ha sido así. Y mentiría si dijera lo contrario. La salida, desde luego, es muy compleja. No sería yo capaz de dar una receta. Pero sí considero que debe haber diálogo y escuchar todos los puntos de vista.
