Turismo, fiestas, gastronomía, cultura y patrimonio valenciano como escenario de fondo. No había mejor contexto para escenificar el deshielo que han puesto en marcha el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el de la Diputación de Alicante, César Sánchez, que el jueves de la semana que viene se reunirán en su primera cita institucional desde que ambos tomaron posesión de sus cargos.

El stand de la Comunidad Valenciana de Fitur, que Puig inaugurará hoy con la presencia de César Sánchez, sirvió ayer de antesala a ambos dirigentes para lo que será la primera comunicación oficial cara a cara, de presidente a presidente, sobre la que César Sánchez llevó la última iniciativa al solicitar una reunión con el jefe del Consell para buscar acuerdos e intentar virar hacia una política de diálogo, especialmente, en temas de agua.

Un saludo cordial, gestos de amabilidad y una breve conversación sobre la necesidad de ofrecer calidad en el sector turístico de la Comunidad Valenciana fueron algunos de los elementos que ayer funcionaron a modo de preparativos para una reunión que viene precedida de una gran falta de comunicación y de una sucesión de tirones de cuerda política.

Ximo Puig y César Sánchez acordaron la segunda semana de enero reunirse de manera oficial el próximo jueves 25 tras dos años y medio de incomunicación e, incluso, de hostilidad judicial. El encuentro se produce una vez superado el ecuador de la legislatura y con un camino de desencuentros trasladados a los juzgados marcado por los decretos de coordinación en Turismo y Deportes, la batalla de la Diputación contra el plurilingüismo en los colegios y las amenazas de la institución alicantina de impugnar las ayudas a dedo de la Generalitat tras suspender una juez una ayuda «a dedo» de la Diputación al pueblo de uno de sus vicepresidentes. A todo ello se suma la bronca política entre Consell y Diputación por el Fondo de Cooperación municipal para los pueblos de la provincia. En este contexto, donde los tribunales han jugado peso -y en los que la Diputación ha jugado su mejor baza- se enmarca la cita que tendrá lugar en el Palau de la Generalitat a las 12 del mediodía.

La tensión entre Puig y Sánchez ha respondido todo este tiempo a la estrategia política de la Diputación de funcionar como contrapeso del gobierno autonómico que, por otra parte, intentó nada más llegar al poder controlar las competencias de la institución provincial a través de los famosos decretos de Turismo y Deportes. La Diputación se armó de argumentos, políticos y judiciales, y hasta de una nomenclatura propia -la de «gobierno provincial»- para responder a lo que consideraron un ataque del gobierno progresista de la Generalitat, que integraba a una formación (Compromís) que se había mostrado muy crítica con la continuidad de las diputaciones.

Sin embargo, hasta la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, se llegó a reunir con César Sánchez en Alicante antes que Puig. El encuentro se produjo hace casi un año, en marzo de 2017, y se repetirá el martes que viene de nuevo en Alicante, dos días antes de la reunión entre Puig y Sánchez.