? El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, consideró «obvio» que no se puede gobernar una comunidad autónoma desde Bruselas y calificó de «anomalía» la situación que se vive en Cataluña.

No obstante, Puig señaló que lo que más le «preocupa» es la «fractura social» dentro de esa comunidad autónoma y también entre ella y el resto de territorios, especialmente con la Comunidad Valenciana, con la que Cataluña mantiene una relación «muy especial».