La concesión en el Palau de la Generalitat de un premio a Sociedad Civil, entidad vinculada al constitucionalismo en Cataluña, ha abierto otra brecha dentro del Consell del Botànic. Ximo Puig protagonizó ayer en València el acto de entrega del Premio Convivencia de la Fundación Manuel Broseta a esta organización catalana que estuvo representada por su presidente José Rosiñol en una convocatoria a la que sólo acudieron dos consellers del gobierno junto a algunos diputados del PSPV además de cargos del PP y de Ciudadanos que, junto a los socialistas catalanes, han respaldado las movilizaciones de esta entidad contra el soberanismo en Cataluña. En los últimos días ya se habían producido reacciones de molestia e incomodidad -especialmente de dirigentes de Compromís- contra la decisión tomada por Ximo Puig de presidir esta cita institucional.

A la ceremonia de entrega, realizada tradicionalmente en el Saló de Corts -el espacio en el que se celebran los actos más importantes que tienen como escenario el Palau de la Generalitat-, asistieron los expresidentes Joan Lerma y Eduardo Zaplana; el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues; las conselleras Gabriela Bravo y Carmen Montón; representantes sindicales y empresariales; los vicepresidentes de las Cortes Carmen Martínez -socialista- y Alejandro Font de Mora -del grupo popular- además de diputados del PSPV como Manolo Mata, cargos de Ciudadanos -destacó el diputado en el Congreso Toni Cantó, al que muchos colocan como candidato a la Generalitat en 2019- y del PP, mientras que no ha participado ningún cargo de Compromís.

Ni la vicepresidenta Mónica Oltra; ni los consellers de esta formación que forman parte del gobierno; el presidente de las Cortes y segunda autoridad de la Comunidad, Enric Morera, ni tampoco diputados en las Cortes. También se ausentaron de la cita los dirigentes de Podemos. Ximo Puig tuvo que poner paños calientes y aseguró que la entrega del Premio Convivencia de la Fundación Manuel Broseta a Societat Civil Catalana «en absoluto» ha generado desavenencias dentro del Consell al tiempo que pidió superar «disputas estériles» porque «lo que nos debe unir de verdad es la convivencia desde la diversidad». Tras el homenaje al profesor valenciano Manuel Broseta en el 26 aniversario de su asesinato por ETA, Puig señaló que «respetamos absolutamente» este premio que concede la Fundación y que se entrega en el Palau de la Generalitat dentro de «una posición de normalidad institucional».

En ese sentido, el jefe del Consell señaló que entrega este galardón con «absoluto respeto» al tiempo que recalcó su respeto a «la libertad de expresión de todas las personas». «Ante cualquier acontecimiento puede haber opiniones bien diversas», explicó Ximo Puig. Durante su discurso, el presidente de la Generalitat destacó que a la Comunidad le «duele especialmente» lo que está ocurriendo en Cataluña, se mostró favorable a que se supere esta situación pero, al tiempo, exigió que «nadie utilice el separatismo catalán para iniciar un proceso de recentralización». «Que nadie utilice el separatismo para menospreciar las diferentes lenguas, culturas y sentimientos que existen en España», dijo Puig, reconocido defensor de un sistema federal, para agregar: «Ni uniformidad, ni identitarismo, que nadie olvide en el debate territorial que en los territorios viven personas».