Sin apagarse todavía los ecos del último congreso provincial que se saldó con un pacto de parte de los afines a Ximo Puig con el «sanchismo» para aupar al alcalde de Xàbia, José Chulvi, a la secretaría general con la mayoría de la agrupación de Alicante, controlada por Ángel Franco, fuera de los núcleos de poder, los socialistas vuelven a medir fuerzas. En esta ocasión por el mando de las organizaciones comarcales, a las que Puig pretende dar más peso y cuyos secretarios generales ejercerán como «lobby» dentro de una ejecutiva provincial de la que formarán parte como miembros natos. De momento, a falta de que hoy se cierre el plazo a las ocho de la tarde para la presentación de candidaturas, los socialistas tienen más o menos cerradas listas de consenso en tres de las comarcas -Marina Baixa, Alcoià y Baix Vinalopó- mientras que se lanzarán a otro pulso en la Marina Alta, la Vega Baja, el Medio y Alto Vinalopó y, finalmente, l'Alacantí, la organización comarcal del partido con más militantes y en la que se va a visualizar un nuevo choque. Los perdedores del congreso provincial -las huestes de Ángel Franco- intentando atrincherarse para resistir y los ganadores tratando de sumar a su control otro centro neurálgico de poder.

El pulso lo protagonizarán dos veteranos militantes de la agrupación de Sant Joan d'Alacant, ambos además muy ligados a la UGT. Baltasar Ortiz con el respaldo del exsenador Ángel Franco a pesar de que el aspirante asegura que todavía ni siquiera se han sentado a hablar. Y Santiado Escudero, respaldado por las plataformas «sanchistas», los críticos con Franco en la agrupación de Alicante y parte de los que apoyaron tanto a Puig como a Chulvi. Anoche mismo, ambos aspirantes ya registraron sus listas y ahora se lanzarán a la recogida de avales. Tanto Ortiz como Escudero se ofrecen con proyectos muy parecidos: consolidar la organización socialista al tiempo que preparar las próximas elecciones para intentar retener el mayor número de alcaldías. Así que la pugna, por tanto, está en otro lado: control de un gran colectivo de afiliados comarcal, medir fuerzas para la batalla de la agrupación de Alicante a la que la dirección provincial quiere dar una solución o, por otro lado, rearmarse tras la derrota. Y serán de nuevo las urnas, otras primarias, las que decidirán.