El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dedicó una parte de la intervención a la Educación. Reivindicó los esfuerzos de su Consell para acabar con los barracones y defendió un sistema de aprendizaje de idiomas que, necesariamente, tiene que cuadrar con «hablar bien valenciano, bien castellano, bien inglés, y tener más oportunidades». Además, recordó la necesidad de agilizar las ayudas para las familias con una persona o varias personas dependientes, además de referirse al cambio climático como problema «fundamental» para las nuevas generaciones. Puig marcó tres retos compartidos para 2018: empleo, justicia social y un nuevo modelo de financiación justa. «Este año la Comunidad Valenciana seguirá cumpliendo, volverá a cumplir, y queremos que se cumpla ya con la Comunidad Valenciana. 600 años después, valencianas y valencianos, lo mejor está por venir», concluyó. La oposición -PP y Cs- criticó el discurso mientras Podemos -socio parlamentario del Pacte del Botànic- lo consideró «conformista».