? El informe de la Sindicatura de Comptes desglosa la situación financiera de la Generalitat hasta el punto de que es posible rastrear incluso lo que no está presupuestado y engrosa el pasivo de la autonomía desde hace décadas. En este sentido, desde la Conselleria de Hacienda atribuyen a la herencia del PP unos 915 millones de deuda.

Es la suma de algunas partidas de la cuenta 409, que es el lugar donde se colocan los pagos cuando no hay presupuesto para afrontarlos. Allí aparecen, por ejemplo, 2,7 millones de sentencias de la antigua RTVV, extinta desde hace tres años, y que en algún momento deberán pagar los valencianos; o los 203 millones de deuda con Ciegsa, o los 37,9 millones que aún se adeudan de las ayudas a la vivienda impagadas; así como algunos pufos de la SGR (74,5 millones) heredados por esta administración. A esto se suman algunas partidas de la cuenta 411, que sí que está presupuestada pero se corresponde con pagos aplazados desde hace muchos años. Es el caso de unos convenios con los bancos para pagar a proveedores sanitarios por compras entre los años 2002 y 2006.

Las entidades liquidaron las deudas, que el Consell centrifugó al futuro. Bajo ese esquema, todavía hoy hay pendientes de pago 95,8 millones por material sanitario (como tiritas) de hace tres lustros; o carreteras de hace más de una década de las que a 31 de diciembre de 2016 aún se debían 128,7 millones. Un Consell inauguró las infraestructuras y otro Consell deberá abonarlas. También hay 372 millones pendientes de pago de convenios de 2014 de universidades públicas.