El presidente de la Diputación, César Sánchez, volverá a tener que recurrir al tránsfuga Fernando Sepulcre para sacar adelante uno de los documentos básicos de la institución provincial: sus presupuestos para el año 2018, que se llevarán a pleno mañana en una sesión extraordinaria y los últimos que Sánchez va a poder ejecutar en su totalidad. El equipo de gobierno, en manos del PP, ha vuelto a quedarse solo ante las cuentas al no contar, por tercer año consecutivo, con ningún voto de los grupos de la oposición, que rechazan el proyecto de presupuestos para el año que viene por evitar el Fondo de Cooperación Municipal impulsado por el Consell que supondría la aportación vía presupuestos de 14 millones de la institución alicantina para que las corporaciones locales tengan libertad para gestionar esas partidas.

El diputado no adscrito es la pieza que ha permitido salvar a lo largo de todo el mandato de César Sánchez las cuentas de la Diputación, además de otorgarle el voto necesario al PP para sus principales políticas y propuestas. La última de ellas el pasado lunes en la comisión de Hacienda, en la que el apoyo de Sepulcre fue necesario para subirle un 15% el sueldo a la secretaria particular del presidente. Las enmiendas negociadas por Sepulcre para que se recogieran en las cuentas de 2018 incluyen el estudio de Torrecremada de Dénia como ciudad cultural, un aumento de subvenciones a asociación sin ánimo de lucro, 15.000 euros para la federación de Hogueras de Alicante y, de nuevo, una partida de 60.000 para crear una «Calle de la Ciencia», un proyecto en el que está interesado Sepulcre y que no se realizó este año pese a estar incluido en los presupuestos de 2017. El voto del «ex» de Cs -fugado de la formación naranja en junio de 2016, convirtiéndose desde entonces en el aliado del PP- volverá a salvar las cuentas de 2018 a cambio de acordar una nueva partida en forma de subvención directa al Ayuntamiento de Alicante con destino a ese proyecto. También se le ha admitido, como publicó este diario, una enmienda para sufragar la celebración de un congreso gastronómico de dieta mediterránea en IFA por un importe de 250.000 euros.

Redistribución

Mientras tanto, la oposición insiste en su negativa a dar su apoyo a las cuentas al no recogerse en ellas una partida de 14 millones de euros para que la Diputación se sume al Fondo de Cooperación del Consell, que supone una inyección de 28 millones de euros para los municipios de la provincia confinanciada a partes iguales entre la Generalitat Valenciana y la Diputación. La institución que dirige César Sánchez, del PP, sacará los 14 millones del sobrante del presupuesto de 2017 y no de los presupuestos de 2018, lo que condiciona el tipo de obras que podrán hacer los ayuntamientos al tener que ser financieramente sostenibles, es decir, no necesitar de más inversión para su mantenimiento.

Los grupos de la oposición han criticado duramente a Sánchez por «vender» como Fondo de Cooperación Municipal lo que, en realidad, no es. Por ello, darán su negativa mañana a las cuentas de 2018 en el pleno extraordinario a celebrar en el Palacio Provincial. El grupo del PSPV-PSOE de la Diputación ultimaba ayer sus enmiendas, en las que piden que se saquen de las cuentas del año que viene 14 millones presupuestados en el documento para incluir el Fondo de Cooperación. Todo ello a cambio de incluir en las obras financieramente sostenibles carreteras presupuestadas o reducir, entre otras cosas, el coste de los actos institucionales y protocolo. En el mismo sentido, Compromís pide sacar de las cuentas para incluirlas en un plan de obras financieramente sostenibles partidas destinadas al agua, alumbrado o vía pública. La oposición estudiará hoy si acabar uniendo sus enmiendas en una conjunta.

El consenso con la oposición por las cuentas del año que viene ha sido de nuevo nulo. PSPV-PSOE, Compromís y EU han anunciado su voto en contra, como ya lo hicieron en las otras dos sesiones plenarias para aprobar los presupuestos de 2016 y 2017. Solo los socialistas optaron por la abstención el primer año del mandato de Sánchez (2015) porque pactaron un aumento del dinero transferido a los grupos políticos con representación en la institución. Sin embargo, el grupo que lidera José Chulvi hizo piña con el resto de partidos el año pasado contra las cuentas de 2017.