La nueva ejecutiva del PSPV de Alicante tiene cuarenta rostros (mujeres y hombres al cincuenta por ciento) cercanos al nuevo secretario general, una evidente concesión al «sanchismo» de la provincia y una clara desconexión de la agrupación de Alicante, dominada por Ángel Franco. El único gesto de cercanía a miembros afines al exsenador sería el de la inclusión de Herick Campos, aunque su integración en la dirección provincial viene avalada por su cercanía al núcleo duro de Ximo Puig en Alicante más que por la mano del hombre fuerte del PSOE de Alicante, a quien la nueva dirección provincial ha dejado muy debilitado. Además de poner de forma oficial a última hora como número dos del partido a Mari Ángeles Rochel, el nuevo líder de los socialistas alicantinos ha contado con grandes familias alicantinas. Menos con el sector puramente «franquista» ligado a la agrupación de Alicante, pese a que fuentes de la cúpula de la dirección alicantina aseguran que son ellos los que abandonaron las negociaciones tras «el veto a Carlos Giménez».

Nombres como la diputada Patricia Blanquer, el benidormí Rubén Martínez, Toni Mira Perceval o la mutxamelera Asunción Llorens en la presidencia muestran una ejecutiva mixta, en la que también se ha incluido a «sanchistas» como el alcalde de Pinoso Lázaro Azorín o a Francis Rubio. La integración con el «sanchismo» también se ve en los miembros del comité nacional, con la inclusión de César Sampedro.