Un informe técnico de la Fundación Fedea -prestigiosa entidad que analiza las cuentas de los ejecutivos autonómicos- certifica que, desde 2012, los incrementos de financiación de la Comunidad Valenciana no se han producido a través de un aumento de las aportaciones desde Madrid. Todo lo contrario. Esos ingresos extraordinarios se han generado a base de engordar la deuda bancaria a través de los préstamos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Dirigido por el profesor Ángel de la Fuente -experto del ministro Cristóbal Montoro en la comisión técnica que trabaja en el nuevo modelo de financiación-, el estudio ratifica que la Comunidad Valenciana y Cataluña son las que más ganan en financiación por habitante con esos fondos extraordinarios y mecanismos de liquidez habilitados para sufragar los gastos de las autonomías, mientras que Madrid, Galicia, Castilla y León, Aragón, Extremadura y La Rioja salen perdiendo con este sistema de distribución.

Ocurre, sin embargo, que estas últimas comunidades salen beneficiadas en el reparto de aportaciones directas que no generan deuda mientras que el Fondo de Liquidez -el único asidero de la Comunidad y de Cataluña- es un préstamo bancario que se tiene que devolver. Pan para hoy y hambre para mañana. Son las dos autonomías con más deuda en valores absolutos y en relación al PIB. Según este análisis, titulado «Los mecanismos adicionales de financiación: cantidades desembolsadas, subvenciones a los intereses y efectos sobre la financiación efectiva de las CCAA», con datos actualizados a 2015, la Comunidad y Cataluña ganan más de 5 puntos de financiación relativa con las bonificaciones a los intereses que generan los préstamos bancarios que se solicitan como única salida a un déficit de financiación de más de 1.300 millones en el caso valenciano. Mientras, Madrid, Galicia, Castilla y León, Aragón, Extremadura y la Rioja, infinitamente mejor financiadas a través de las aportaciones directas del sistema ordinario, pierden una cantidad parecida con este sistema que acumula «números rojos» para la Comunidad.

Así las cosas, con esa corrección realizada a base de un sistema ficticio que engorda la deuda, Madrid y Andalucía maquillarían sus resultados y pasarían a ser las comunidades peor financiadas entre las de régimen común -todas excepto País Vasco y Navarra-, mientras que Cataluña se sitúa por encima de la media y la Comunidad se acerca aunque continuaría por debajo. El informe, realizado por uno de los principales colaboradores de Montoro, en plena campaña electoral catalana y después de la multitudinaria manifestación que se registró enValència hace unas semanas, encrespó a la Generalitat y, especialmente, a la conselleria de Hacienda encabezada por Vicent Soler.

El Consell criticó que se presenten como financiación unos préstamos que «sustituyen» a las aportaciones ordinarias que «por derecho» corresponden a los valencianos y manifestó que cuanto más dinero del citado Fondo de Liquidez Autonómica llega a la Comunidad, más «evidente» es la falta de financiación que arrastra. Según fuentes de la conselleria de Hacienda, es una «vergüenza» que el Ministerio de Hacienda «quiera contar a los valencianos el cuento de la lechera al revés» y que apunte como financiación una reducción de intereses del préstamo que concede porque «nos niega la financiación por derecho». La Generalitat considera que el Ministerio que dirige Montoro tiene que «solucionar el problema» pero «ni cambia el modelo para resolver una injusticia que ya reconoce ni aprueba una transferencia extraordinaria para paliar un problema que no corrige por dejadez e insensibilidad hacia los valencianos».

Según los datos de la Conselleria de Hacienda, esos préstamos que han sustituido a la financiación «han costado a los valencianos 1.833 millones». «Y lo que es peor, nos van a costar el resto de legislatura (hasta 2019) un total de 554 millones de euros, y hasta 2027, la friolera de 1.220 millones», según estas mismas fuentes. Es decir, más de tres mil millones en intereses. En el presupuesto para 2018, el servicio de la deuda ya es la segunda conselleria. La Comunidad ha amortizado 4.349 millones, que se pagan «con más préstamos del FLA», lo que constituye «una espiral que evidencia la insostenibilidad de la situación fomentada por el Gobierno», según indicaron estas fuentes. La vicepresidenta de la Generalitat y líder de Compromís, Mónica Oltra, admitió, por su parte, durante una visita a Canarias, que si a todas las comunidades le dan lo que a Euskadi, «se arregla el sistema de financiación en un plis plas». «Claro que me convence el cupo vasco, para nosotros lo quisiéramos y para todas las comunidades. No habría ni que sentarse a negociar», apostilló en declaraciones a los medios.