La propuesta planteada por Podemos que establece un impuesto sobre actividades turísticas, conocida como la tasa turística, ha quedado finalmente enterrada. Por lo menos hasta el próximo debate de presupuestos. El gravámen de las pernoctaciones defendido por los morados fue rechazado en la Comisión de Economía de las Cortes con los votos en contra del PP y Cs y la abstención del PSPV y Compromís, a los que la formación morada acusó de estar «plegándose a los lobbies» y que tampoco respaldaron la iniciativa de la que la formación de Antonio Estañ ha hecho bandera en los últimos meses. No obstante, la enmienda queda viva para el debate en el pleno de las Cortes, en el que no tiene opción de salir adelante.
Podemos se ha quedado así solo en su propuesta para gravar las pernoctaciones en la Comunidad. La abstención del PSPV y Compromís -especialmente la de esta última formación, que en un principio apoyaba implantar una tasa turística- aleja más si cabe a los socios del Botànic en el momento en el que llega el trámite más importante de los presupuestos autonómicos para 2018. Y Podemos ya dio su primera alerta absteniéndose en las enmiendas a la Ley de Acompañamiento del PP y Cs que pedían devolver las cuentas al Consell. Los exdiputados de Cs salvaron los presupuestos tras la jugada del grupo morado, que ha decidido apretar al ejecutivo valenciano y sacar algo de cabezapara ganar visibilidad.
Sin embargo, el propio líder de Podemos en la Comunidad, Antonio Estañ, admite una crisis, pero no una ruptura. Lo importante es sustentar el Pacto del Botànic y es difícil que las tiranteces hagan explotar la base del gobierno de la Generalitat. Podemos aprieta, pero es difícil que ahogue. Desde Compromís y PSPV dejaron claro que se abstienen «para demostrar que es un planteamiento que no tienen por qué descartar». «Si no es en esta legislatura, este tema estará encima de la mesa en la siguiente», replicó la diputada de Compromís Mireia Mollà.
La propuesta planteada por Podemos establecía un impuesto sobre actividades turísticas con una cuota autonómica y otro tramo municipal, este último con carácter voluntario, a pagar al inicio de la estancia y por cada día de pernoctación, con un máximo de 7 días, frente a los 10 planteados inicialmente por la formación. Además, incorpora una bonificación de la cuota autonómica del 100% hasta la publicación de un informe -que debería hacerse antes del 31 de diciembre de 2020- de evaluación del impacto de esta tasa. Podemos plantea que la cuota autonómica sea destinada al Fondo al turismo sostenible y destinar a las administraciones locales el 100% de la recaudación correspondiente en cada municipio al recargo municipal, para fines que afecten a las competencias de ámbito local.
En este sentido, el diputado de Podemos, Antonio Montiel, señaló que el turismo requiere una «reflexión profunda».«No queremos competir con bajos salarios y ofertas de miseria», dijo. Por este motivo, no entiende que el PSPV y Compromís «cedan a los lobbies y se plieguen a ellos» eludiendo el debate para la calidad del turismo valenciano. En su opinión, es necesario «cambiar el modelo turístico» valenciano y acometer «reformas estructurales» y «el tiempo se nos agota, a esta legislatura le queda muy poco tiempo y hay decisiones que se tendrían que haber empezado a tomar», advirtió Montiel.
También hubo lío ayer con la propuesta de los residuos de Podemos. En el caso de la enmienda sobre la gestión de basuras planteada por la formación morada se alcanzó un acuerdo sobre un canon a la eliminación de residuos mediante la incineración, aunque el tema de la Agencia de Residuos se llevará al Pleno. El diputado de Podemos defendió la necesidad de un nuevo modelo de gestión de residuos para «garantizar mayor transparencia en un sector caracterizado por su vinculación a tramas mafiosas como el 'caso Brugal' en Alicante». La diputada del PP, Eva Ortiz, recordó que su grupo ha presentado un total de 53 enmiendas a los presupuestos para evitar que el Consell «se mejore la vida a costa de los valencianos con un modelo sectario y caducado que da la espaldas a los valencianos y a su libertad», mientras el diputado de Ciudadanos, Antonio Woodward, los consideró «el nuevo rodillo botánico».
Desde el PSPV, el diputado y Síndic parlamentario, Manolo Mata, acusó al PP de tener una posición «tibia» en sus enmiendas que «no suponen modificación una sustancial de Ley de Acompañamiento», mientras desde el nuevo Consell se intentan «corregir los desmanes del PP» y construir un «modelo alternativo al del despilfarro».
