El socialismo de la capital tenía anoche cerrado un acuerdo para la asamblea que celebrará hoy de cara a la elección de delegados al congreso provincial del PSPV. Una cita convocada bajo el síndrome de la grave crisis municipal en el Ayuntamiento de Alicante. Las familias socialistas cuadraron un pacto -las dos partes lo dieron por sellado pasadas las nueve de la noche- que incluía un reparto de los delegados para ese cónclave que se celebrará el próximo 17 de diciembre. Quince delegados para los seguidores de Ángel Franco -en ese grupo está también el grupo que respaldó a Patxi López- y doce para los sectores críticos, en el que se integra el sanchismo alicantino y que se mostraba anoche muy satisfecho por el acuerdo.

Pero en lo que supone una novedad respecto a anteriores procesos congresuales, en la candidatura no figurará sin el alcalde Gabriel Echávarri, a la sazón secretario general del PSPV en la ciudad de Alicante. Tampoco estará el concejal Carlos Giménez, imputado como Echávarri. La lista negociada por los grupos del partido en la ciudad -los seguidores de Ángel Franco frente a los críticos y los sanchistas- incluía la citada proporción de delegados encabezada por un militante sin cargo público. La entente, de esta manera, evita medir fuerzas a la espera de las primarias por el control de la dirección comarcal -parte de los afines a Ximo Puig y el sanchismo sopesan plantar cara a Franco, que propone a Baltasar Ortiz de Sant Joan d'Alacant- y, sobre todo, de la batalla por el control de la agrupación de Alicante, cuya convocatoria se puede alargar hasta les meses de marzo o abril. Y que puede desarrollarse en unas condiciones durísimas para el socialismo de la capital en función de los avances de los dos sumarios judiciales que afectan al primer edil y de la evolución del «minigobierno» de seis concejales con el que ahora deberá afrontar toda la gestión.

La maniobra, sobre todo, aparta al alcalde del foco de la asamblea y reduce la tentación, en el caso de que hubiera optado por encabezar otra vez la lista, de convertir el foro en una oportunidad para que grupos de militantes críticos puedan ponerle en la picota. Así y todo no se descartan intervenciones que aluden a la crisis municipal de Alicante. Los seguidores del primer edil conceden poca importancia a un congreso «desfeinado», con el secretario general -José Chulvi- ya elegido y a una estructura que Ximo Puig quiere vaciar de contenido en beneficio de las comarcas.