Por primera vez en lo que va de legislatura no habrá controversia por la celebración del Día de la Constitución, efeméride que por acuerdo institucional del Consell tiene como sede Alicante. La Diputación, encabezada por César Sánchez, y la delegación del Gobierno, con Juan Carlos Moragues al frente, han descartado, a diferencia de lo que ocurrió en años anteriores, diseñar su propia programación al margen de la Generalitat y se sumarán al acto institucional que, a expensas de unas pruebas técnicas que se realizarán hoy mismo, tendrá como sede el Teatro Principal de Alicante. La crisis catalana ha oficiado el milagro para conseguir lo que, desde las elecciones de 2015, las instituciones bajo mando del PP no se habían planteado: rebajar la tensión en un pulso institucional que, sin ir más lejos, nunca se hubiera planteado en el supuesto de que los populares también tuvieran bajo su control el mando del Consell.

Hace ya dos años, como se recordará, el Gobierno valenciano aprobó un decreto por el que acordó que el 6 de diciembre se celebre siempre en Alicante. De esta manera, el 9 d'Octubre, día de la Comunidad, tiene como escenario el Palau de la Generalitat en València. Y la celebración de la Constitución en una sede itinerante de Alicante con intervención del presidente, una entrega solemne de premios por acuerdo del gobierno, presencia de los consellers en pleno y asistencia del presidente de las Cortes como segunda autoridad de la Comunidad. El año pasado, como se recordará, el Consell optó por organizar el evento en la Ciudad de la Luz para poner en valor unas instalaciones que habían generado, en la etapa del PP, un enorme gasto a las arcas públicas y que el gobierno del Botànic quiere ahora dedicar a un gran centro de economía digital, para el que en 2018 se han presupuestado 7 millones en Proyectos Temáticos.

En el año 2015, en puertas de la «primera vuelta» de las elecciones generales que se saldaron sin designar presidente del Gobierno, la Diputación de Alicante contraprogramó el acto institucional con un izado de banderas en el que participó José Manuel García Margallo, entonces Ministro de Asuntos Exteriores y en aquel momento número uno del PP al Congreso por Alicante. A nadie se le escapó el tinte electoralista de aquella convocatoria de César Sánchez, enfrentado, además, con el Consell casi desde que arrancó el actual mandato y con una relación muy deteriorada. El año pasado fue la delegación del Gobierno la que, a sabiendas del decreto del Consell que organizaba la efeméride en Alicante, montó convocatoria alternativa en la Capitanía Militar de València, que congregó a gran parte de los notables del PP.

Este año, sin embargo, atados de pies y manos por la crisis catalana y para evitar una imagen de «ruptura», tanto la Diputación de Alicante como el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, se sumarán a la celebración. Fuentes provinciales explicaron que había previsto un acto pero que, al recibir una invitación desde el Palau de la Generalitat, se ha decidido, finalmente, abandonar la idea y unirse a la cita del Teatro Principal. Desde el Gobierno confirmaron que, efectivamente, en esta ocasión, no habrá una convocatoria propia y que también participarán en el evento organizada por el Consell. Desde Presidencia se felicitaron por ambas decisiones pero recordaron que, durante las dos décadas de mandato del PP en el Consell, nunca hubo reivindicación de la Carta Magna.

La Generalitat siempre se ha mostrado muy molesta por la actitud de los dirigentes del PP sobre la celebración institucional del 6 de diciembre. El presidente Ximo Puig, como se recordará, siempre ha hecho referencia a su condición, como establece claramente la Constitución y conforme al Estatuto valenciano, de máximo representante del Estado en la Comunidad Valenciana. Una referencia que, incluso, el propio Puig le trasladó a Mariano Rajoy durante su última reunión en La Moncloa. En este último 9 d'Octubre ya se apreció una rebaja de tensión entre el Consell y la Diputación de Alicante, cuando César Sánchez accedió a cambiar de fecha un acto de homenaje a todos los diputados provinciales para evitar coincidir con la jornada en València.