El encuentro en Madrid entre el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la presidenta regional del PP y jefa de la oposición en las Cortes Valencianas, Isabel Bonig, se saldó sin una fecha concreta para la reforma de la financiación autonómica y sin referencias a la reclamación para compensar la deuda histórica -más de 20.000 millones- por la falta de financiación durante década y media. La única concesión que Bonig «vendió» como logro de esa reunión fue una aportación de 185 millones procedente del Fondo de Liquidez Autonómica que se aprobará mañana en vísperas de la manifestación del sábado para reclamar un trato justo para la Comunidad, protesta a la que sólo faltará el PP y algunos grupos de empresarios alicantinos que han optado por alinearse con los populares.

Resumen: el Gobierno cargará al Consell con un nuevo préstamo -el Fondo de Liquidez es una operación de tesorería concertada con un banco y que se tiene que devolver- pero continúa sin poner fecha a la nueva financiación. El Consell cuenta que se resuelva antes de finalizar este año para poder contar con aportaciones directas de fondos sin tener que recurrir a los bancos y poder así cubrir el presupuesto de 2018. Ha incluído, de hecho, una partida de 1.325 millones, como ya realizó en años anteriores, a modo de reivindicación pero también a cuenta de ese nuevo sistema. La Generalitat rechaza sumar más deuda. Los pagos a los bancos -en su mayoría heredados de la etapa del PP- ya se han convertido en la segunda conselleria con un lastre de más de 4.500 millones.

La manifestación convocada para el sábado cuenta con el aval de los sindicatos, la patronal de la Comunidad, los tres partidos del Botànic, Cs y decenas de entidades. La única concesión del Gobierno de España, anunciada por Isabel Bonig tras su encuentro con Montoro, será la aprobación mañana de una dotación extraordinaria del fondo de rescate -el famoso FLA- de 600 millones de euros, de los que 185 millones serán para financiar el déficit de 2016 generado por la Generalitat, que se convertirá en la «la comunidad que más recibirá» de España.

Bonig aseguró, además, que el ministro «vendrá a la Comunidad a explicar todo lo que ha hecho el Gobierno» y para «decir la verdad sobre el modelo de financiación». Recordó que el 24 de noviembre se reunirán los expertos de las distintas comunidades y entregarán su informe definitivo sobre el cambio de modelo de financiación y, a partir de ahí, «se cambiará el sistema cuando los socialistas quieran». Sobre las críticas por su reunión con Montoro, se preguntó: «¿Dónde está el problema?». «No sé si Ximo Puig quiere que nos quedemos en casa, que no hablemos y que no trabajemos. Vamos a solicitar todas las reuniones que hagan falta en defensa de losvalencianos», subrayó Bonig.

En la réplica, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, acusó al Gobierno de aprobar la aportación «cuando le interesa al ministro y al PP», en este caso, para «intentar minimizar» el impacto de la manifestación del sábado. Soler detalló que Hacienda se ha saltado todos los trámites e insistió en que el Ministerio «intenta engañar» a los valencianos al anunciar más préstamos. «Llueve sobre mojado», se quejó el conseller que certificó que esta ayuda llega con cinco meses de retraso.