El Consell aprobará hoy algún retoque en el segundo escalón, tal y como en su día anunció este periódico. El hasta ahora número uno socialista en el Congreso por Alicante, Julián López Milla, será nombrado director general de Análisis y Evaluación. Anoche mismo tanto al dirigente socialista como a Gustavo Zaragoza, la persona que ocupaba hasta aquí ese puesto, ya se les había comunicado la resolución. Con esta decisión, López Milla, profesor de la Universidad de Alicante, vuelve a la escena política autonómica después de pasar por un escaño al que renunciará el próximo lunes para dejar paso a Herick Campos que, de esta manera, volverá a disponer de sueldo de cargo público.El profesor alicantino, experto en cuestiones vinculadas a la financiación autonómica, tiene una estrecha relación con Arcadi España, jefe de gabinete de Ximo Puig, y va a hacerse cargo de un área estratégica clave para afrontar el año y medio que resta de legislatura. Será el único alicantino que tendrá despacho en el círculo más cercano a Ximo Puig en Presidencia de la Generalitat.

Es el cuarto cargo que ocupa Julián López Milla en los últimos dos años y medio. Fue el número uno a las Cortes Valencianas en los comicios autonómicos. Luego asumió la secretaría autonómica de Financiación en la conselleria de Hacienda junto a Vicent Soler. Posteriormente, Puig recurrió de nuevo al dirigente alicantino -fichado por Jorge Alarte en las autonómicas de 2011- para encabezar por dos veces la candidatura del PSPV al Congreso de los Diputados por Alicante. En el último cónclave de los socialistas valencianos, Puig decidió mantener a López Milla en la dirección del partido y ahora le confìa un puesto clave para reforzar Presidencia en un momento en el que todos apuntan que el Consell está necesitado de cuadrar un relato político que sustente la gestión de cara a la recta final de la legislatira. El hasta ahora diputado en el Congreso tendrá que centrar parte de sus esfuerzos en ese objetivo.

El otro gran cambio que afectaba a dirigentes alicantinos tenía que ver con la decisión de Diego Maciá de abandonar, apenas un año después, la dirección general de Industria, dependiente de la conselleria de Economía y en medio de las tensiones que afectan a ese departamento entre los altos cargos socialistas y el conseller Rafa Climent, de Compromís. La resolución que tomará el Consell será dejar vacante la dirección general de Industria en lo que, de facto, supone la supresión de ese puesto. Como se recordará, uno de los motivos esgrimidos por Maciá para marcharse fue el vaciado de competencias que, de acuerdo con el nuevo reglamento, sufría su dirección. Unas competencias que en gran medida asumía el Ivace. Para evitar más problemas en una conselleria donde el «mestizaje» funciona con evidentes dificultades, esa plaza quedará sin cubrir una vez que se acepte hoy mismo la renuncia que ya trasladó hace semanas Diego Maciá al presidente Puig. Las pocas competencias que le restan a ese puesto pasarán a otro alto cargo de Economía, según confirmaron fuentes conocedoras de esos movimientos.