El silencio que se hizo entre el conseller Vicent Soler y la vicepresidenta Mónica Oltra fue elocuente. La pregunta versaba sobre la tasa turística, que se ha quedado fuera de estos presupuestos, como adelantó este periódico. Fue el conseller el que finalmente tomó la palabra para explicar que «no es la mejor manera» de tratar al «mayor sector productivo» valenciano el hecho de incorporar un gravamen que de entrada rechazan. Con todo, Soler apuntó a que «se tiene que estudiar sin demonizar» el impuesto de hospedaje. Eso sí, «ni de lejos» hay todavía un acuerdo sobre el asunto, una medida que Podemos situó como prioritaria y como requisito «irrenunciable» para aprobar las cuentas.