Usted puso en marcha en Barcelona con Ada Colau la Oficina de Transparencia y Buenas Prácticas de ese Ayuntamiento. ¿Cómo está viviendo el desafío catalán?

Pues muy mal. Sigo en contacto con los compañeros del Ayuntamiento y todo el mundo lo está viviendo muy mal.

Se muestra muy escueto. Supongo que tendrá una opinión más amplia.

Sí. Pero podríamos hablar durante horas de cómo se ha llegado a esto. En el Ayuntamiento siempre defendimos la legalidad. Cuando me hice cargo de los servicios jurídicos en Barcelona el principio de legalidad era la base de todo. Sin él no no hay nada.

Se refiere a principio de legalidad como la obligación de acatar la Constitución.

Evidentemente.

Entonces los que se está produciendo le parece un disparate.

Un disparate.

¿Cree que el desafío catalán se está utilizando de alguna manera para tapar la corrupción en Cataluña?

Convergència empieza a hacerse independentista cuando salta el caso Palau. Hay una interacción de factores que no pretendo explicar, pero la corrupción subyace en el fondo de las conductas independentistas y no independentistas si vemos el otro lado. Los dos trenes llevan vagones donde la corrupción convive y está sirviendo para tapar más corrupción. Sobre el desafío catalán hay una parte de razones que se podrían abordar con una reforma constitucional o de la financiación, pero otra parte de cortina de humo. Si se hubiera planteado la reforma de la financiación, esta que tanto nos afecta también a los valencianos, el procedimiento independentista estaría desactivado. Se lo puede decir cualquier catalán. Lo que pasa es que ya se ha llegado a un momento muy difícil.

¿Hay más corrupción en la Comunidad Valenciana que en otros territorios?

No. Lo he dicho muchas veces. Valencia ha tenido una trascendencia mediática enorme, pero si hablamos de Baleares, Andalucía, Galicia y la misma Cataluña, y no nos dejemos Madrid, hay mucho. En Valencia los casos salieron antes y están más avanzados judicialmente, pero no considero que aquí haya más corrupción. De hecho, en la última memoria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la Comunidad Valenciana ya ha retrocedido en cuanto al número de casos de corrupción respecto a otras comunidades. Este San Benito de que la valenciana es la tierra de la corrupción es totalmente injusto, porque además ha servido para tapar otros casos, como el del tres por ciento de la familia Pujol y la financiación de Convergència. Esto en comparación con lo de Valencia es homologable a todos los casos que hemos tenido aquí.