El «sanchismo» de la provincia de Alicante por fin ha movido ficha y lo ha hecho sin entrar en la guerra de candidatos. El sector que se mostró más crítico con el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, por el apoyo que dio a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, en la batalla por las primarias que ganó el actual secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, rehúsa a lanzar un candidato propio y se sumará a la candidatura del portavoz del grupo socialista en la Diputación de Alicante, José Chulvi. Así lo confirmaron ayer fuentes del partido, que explicaron que la decisión se ha tomado por unanimidad después de haberse consultado con las distintas plataformas comarcales que se crearon en su momento para respaldar a Pedro Sánchez.

En medio de un tira y afloja que duraba semanas, los «sanchistas», que amenazaron con lanzar como candidato al alcalde de Pinoso, Lázaro Azorín, han decidido no desvelar sus fuerzas con un tercero en discordia y se sumarán al precandidato respaldado por el núcleo duro de Ximo Puig en Alicante.

Tanto José Chulvi como el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, han mantenido en las últimas horas su intención de presentar su precandidatura antes del sábado a las 13 horas, que es cuando acaba el plazo que se abre hoy, si bien hay negociaciones sutiles que buscar que Alfaro termine dando un paso atrás para evitar ir a primarias, sobre todo después de que los «sanchistas» se hayan decantado por el alcalde de Xàbia.

El sector que movilizó a la provincia en favor de Pedro Sánchez y que luego pactó con Ximo Puig la entrada de Azorín en la ejecutiva autonómica, se planteó lanzar candidato propio después de la división que se formó entre el sector más afín a Ximo Puig. Los «ximistas» se bifurcaron entre la opción de José Chulvi -que lleva detrás el respaldo de pesos pesados de la ejecutiva nacional, como la secretaria de política territorial, Toñi Serna- y Rubén Alfaro, avalado por el exsenador Ángel Franco, un apoyo que ha funcionado como un lastre al impedir, solo ese hecho, un posible pacto con los «sanchistas» de la provincia liderados por Alejandro Soler, el único alicantino que forma parte de la dirección federal. Algunas familias socialistas integradas en el sector «sanchista» alicantino no aceptaban, de ninguna de las maneras, un pacto con Franco, quien cuenta en Alicante con apoyos de arraigo pero, también, con numerosos detractores.

En una cena celebrada el miércoles por la noche, miembros de las plataformas que se constituyeron durante las primarias del PSOE acordaron unirse a José Chulvi en su carrera hacia la secretaría general de la provincia. El mismo Alejandro Soler se encargó en la mañana de ayer de telefonear a Chulvi -que ayer mismo recibió en su municipio la visita de Ximo Puig con motivo de la inauguración de unas jornadas sobre sostenibilidad turística- y de ratificarle su respaldo, según ha podido saber este diario.

El movimiento de los «sanchistas» para pactar con el sector que apoya a Chulvi supone un acercamiento del núcleo de Alejandro Soler a Ximo Puig, una evidencia del temor a no lograr votos para su candidato y un reconocimiento tácito de la transversalidad que supone la figura del alcalde de Xàbia para unir sensibilidades. Todavía hay tiempo -hasta el sábado a mediodía- para evitar las primarias, algo que Puig no quiere después de tantos episodios dañinos para la imagen del partido, no solo en Alicante sino en toda la Comunidad. Y es que las presiones, no directas, pero sí sensibles, pasan por que Alfaro termine renunciando.

El congreso nacional del PSPV que se celebró en Elche en julio ya supuso un pacto con los «sanchistas» que se plasmó en la integración de Lázaro Azorín en la ejecutiva autonómica. Ahora el grupo en torno a Soler reclamará una cuota en la ejecutiva similar al resto de sensibilidades y fuentes de este sector ya avanzan que propondrán controlar la secretaría de organización provincial.