? El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, habló ayer con el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, para mostrarle su máxima preocupación tras la acción del grupo de extrema derecha, personas que «no representan a nadie» y que forman parte de movimientos «absolutamente residuales» en la Comunidad. «Lo que ha pasado es absolutamente impresentable y tiene que ver con unos movimientos que están envalentonados en estos momentos por las circunstancias políticas», dijo Puig. Relató que habló con el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues y con el ministro de Interior. «Yo creo que es consciente de que tienen que tomar medidas más contundentes respecto a algunos grupos; en cualquier caso no quiero en absoluto polemizar respecto a esta cuestión». Añadió que que la policía «está haciendo su trabajo y lo debe intensificar» e insistió en que no puede, como gobierno de la Generalitat, dejar pasar «esa especie de vuelta al pasado más negro de la historia». «Hoy más que nunca reafirmar el valor de la convivencia. La sociedad valenciana es de personas libres, respetuosas y esperanzadas en un proyecto común y el Consell no permitirá que los fascistas pongan en peligro la libertad, la democracia y el autogobierno».