El «sanchismo» de la provincia de Alicante estudia su estrategia ante la llegada del congreso provincial del PSPV. A una semana de activarse el proceso congresual para renovar la dirección del socialismo alicantino, los principales referentes del «sanchismo» en la provincia, tras cruzar impresiones con Ferraz y su número tres, el valenciano José Luis Ábalos, valoran con fuerza la presentación de un tercer candidato al liderazgo del socialismo alicantino para competir con las figuras del portavoz del grupo socialista en la Diputación de Alicante, José Chulvi, y el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Rubén Alfaro, ambos candidatos a ocupar la secretaría general del PSPV de la provincia.

La decisión no está del todo tomada, pero las conversaciones que se han mantenido a lo largo de esta semana para plantear esa posibilidad de presentar un candidato que sea «capaz de implantar el proyecto de Pedro Sánchez en la provincia» -según acentúan desde este grupo- han culminado situando al alcalde de Pinoso, Lázaro Azorín, como el aspirante idóneo para hacer valer los resultados de las primarias entre Pedro Sánchez y Susana Díaz en Alicante.

La principal motivación para lanzar un tercer candidato al ring de los socialistas, que se ha caracterizado en el último año, tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto de España por más puños que rosas, es crear una sintonía eficaz de Alicante con Ferraz e implantar el proyecto de Pedro Sánchez en una provincia en la que el secretario general ganó frente a Susana Díaz en las primarias de mayo. Y quieren hacer valer esa representación. Por supuesto, tampoco se le escapa a este sector, cuyo principal exponente en la provincia es el secretario comarcal del Baix Vinalopó, Alejandro Soler, la fotografía oficial del último congreso nacional del PSPV celebrado en Elche, donde el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig revalidó al frente de la secretaría general del partido frente al candidato de los «sanchistas», el alcalde de Burjassot, Rafa García.

Sin embargo, la clave para el entorno de Alejandro Soler, estudiada y calculada en estos últimos días, es la fractura interna de los propios «ximistas», que deja un porcentaje de voto unido frente a la fractura del bloque de los de Ximo Puig que podría ser ganador

Los que apoyaron al jefe del Consell frente a Rafa García en el último congreso nacional están divididos en Alicante entre los que quieren a José Chulvi como candidato a la secretaría y que suponen el núcleo duro de Puig en la provincia, y los que respaldan al alcalde de Elda, Rubén Alfaro. En este último caso se trata de un sector comandado por el exsenador Ángel Franco, hombre fuerte del socialismo en la ciudad de Alicante.

La huella de las primarias

Para los que respaldan a Chulvi, el alcalde de Xàbia es cercano a Puig, pertenece al núcleo oficialista en la provincia y es apto para resolver desencuentros por su tono conciliador. Para los segundos, el liderazgo de Alfaro se impone, además de considerar que suma un valor institucional añadido que le ha valido una gran proyección en los últimos dos años como presidente de la FVMP. Además, con Alfaro, Ángel Franco seguiría controlando el barco del que no está dispuesto a bajarse. Así las cosas, parece que la estudiada figura de Chulvi no causa el efecto de acuerdo que tanto busca Ximo Puig. Tampoco lo hace el sector de Franco con Alfaro a la cabeza pese a la amistad de Alejandro Soler con el exsenador. A ello se suma que el «sanchismo» sigue buscando la cuota de poder que moralmente considera tener tras la huella que les dejó el apoyo de Puig a Susana Díaz en las primarias de mayo que ganó Sánchez y que no están dispuesto a olvidar. Por último, la fractura «ximista» ha abierto el camino de la tecera vía. Así lo confirmaban ayer fuentes socialistas del entorno de Lázaro Azorín, quien podría ser presentado en menos de una semana como hombre del «sanchismo» a las primarias de noviembre. De momento, presionan con ello cuando el mrgen de tiempo para el acuerdo ya empieza a estrecharse.