De no querer entrar en la agenda política de Cataluña a pedirle al gobierno catalán respeto para los valencianos. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, lamentó ayer que el Parlamento de Cataluña haga coincidir el día del pleno previo a la declaración de independencia con la celebración del Día de la Comunidad Valenciana y afirmó que este hecho «no es un mensaje positivo». «Los valencianos se merecen respeto», dijo.

La queja de Puig sobre la decisión del gobierno catalán de fijar para el lunes el pleno extraordinario incluyó pedir explicaciones a sus responsables y valorar «lo que le importan el resto de comunidades autónomas». «El 9 d'Octubre es la fiesta de los valencianos, en la que reivindicamos nuestra forma de ser y en la que, además, este año continuamos con una reivindicación de justicia y de igualdad entre ciudadanos y de singularidad entre territorios», recordó Puig ayer en Alicante.

Sus palabras se distanciaron de la prudencia que tuvo un día antes tras conocer que el Parlamento catalán había convocado para el lunes el pleno previo a la Declaración de Independencia Unilateral (DUI). Ayer, el presidente pedía respeto para los valencianos y en tono firme, sin decir nombres ni cargos, entró en la fecha del pleno catalán, una sesión que amenaza con dejar a la mínima expresión la visibilidad de los actos de celebración del 9 d'Octubre, lo cual no ha gustado nada en el Palau, donde los grupos políticos preparan una vuelta de tuerca al discurso por la falta de financiación. El jefe del Consell tenía detrás la presión política de los populares, que le instaron a «proteger» el 9 d'Octubre, día grande la Comunidad, «de cualquier injerencia separatista». Para el PP, ese pleno es un paso más en un camino de órdagos que ha fracturado la convivencia y la Comunidad Valenciana. Para los populares autonómicos, la agenda catalana no tiene que interferir en la valenciana, y piden a Puig que lo impida.

Ir a remolque de la agenda catalana está trayendo jarros de agua bien fría a la Comunidad Valenciana. La declaración de independencia prácticamente se comerá al día grande la Comunidad Valenciana. Todo ello después de que los Presupuestos Generales del Estado se hayan prorrogado ya. La crisis en Cataluña podría estirar más unas cuentas estatales que son nefastas para la Comunidad Valenciana, con una inversión per cápita mínima para la provincia de Alicante.

Asimismo, los acontecimientos en la comunidad vecina podrían empañar toda la campaña de actos por la financiación que lideran los socios del Botànic. De momento, ya se ha retrasado al 18 de noviembre la manifestación por la falta de financiación en al Comunidad.

Por otro lado, preguntado sobre la posibilidad de que la Generalitat Valenciana sea un mediador entre Cataluña y el Estado, Ximo Puig indicó que no se trata de mediadores, sino de «voluntad de hablar y de poner por encima de todo el interés general de las personas, la convivencia y los valores que nos hacen ser personas».