El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, volvió a mostrarse ayer contrario a la tasa turística e insistió en que «no hay que penalizar» al sector «con una sobrecarga de impuestos». Por el contrario, abogó por abrir una vía de diálogo «de 360 grados» que termine con «una mirada reduccionista» sobre un gravamen que afecta solo al alojamiento. Así se expresó Colomer en declaraciones a los periodistas después de participar en la presentación de los cursos del Centro de Turismo de Alicante relacionados con el programa de acciones de la marca «Alicante, ciudad del arroz».

Sobre el documento con 20 puntos contrarios a la aplicación de la citada tasa firmado el jueves por multitud de empresarios del sector turístico de Alicante, Colomer lo valoró «con mucho respeto y responsabilidad», dentro de «una escucha activa de lo que es un clamor, un posicionamiento argumentado, 20 veces argumentado, en contra de este nuevo impuesto». Colomer evitó pronunciarse sobre las declaraciones del presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, quien el jueves opinó que la recaudación de la tasa iría destinada a financiar la nueva radio televisión valenciana, ya que consideró que son argumentos que «están fuera de un rigor y de un respeto institucional». Tampoco quiso hablar sobre «la utilización partidista» que el PP hace del debate sobre este nuevo gravamen, aunque sí manifestó que «cuando se mezcla una reflexión que ha de basarse sí o sí en el rigor, en la responsabilidad, en la argumentación, en las razones, en la escucha activa, a veces los partidos pueden enrarecer los debates».

Por su parte, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, abogó por «dialogar mucho» con el sector turístico, las empresas, los sindicatos y las limpiadoras para la posible implantación de la tasa turística, sobre la que defendió «explorar todas las posibles vías» y llegar a un consenso. Oltra dijo que el Consell está estudiando esta propuesta de Podemos y que debe ser «lo más consensuada posible» entre todos los actores, a la vez que defendió que es mejor hacer las cosas bien que hacerlas con prisas.