Trabajar «por la unidad» del partido y convocar con garantías el congreso provincial que elegirá al próximo secretario provincial. Esos son los dos retos que se ha marcado Elvira Jiménez después de que el PSOE la haya propuesto para presidir la gestora provincial. La exdiputada en las Cortes admitió ayer a este diario que afronta el cargo «con orgullo» y consideró «un honor» que sus compañeros se hayan fijado en ella «como persona de consenso» entre las diferentes sensibilidades del partido.

Con su nombramiento -pendiente únicamente de que la ejecutiva nacional eleve la propuesta a Ferraz y éste la valide- el PSOE de la provincia pondrá fin a cuatro meses de bloqueo. Y es que el anterior secretario general, David Cerdán, presentó su dimisión el pasado mayo después de que Pedro Sánchez recuperase la vara de mando socialista. Desde entonces, el PSOE de la provincia ha carecido de una dirección... hasta ahora.

Las funciones de la gestora, con todo, serán más bien limitadas. Únicamente se encargará de convocar el congreso, que previsiblemente se celebrará a finales de noviembre o principios de diciembre. La propia Jiménez corroboró ayer que su trabajo se circunscribe casi en exclusiva a preparar ese cónclave interno, aunque a la vez insistió en que tratará de dejar su impronta y trabajará por la unidad de los tres principales sectores: el «oficialista», representado por Toñi Serna y José Chulvi; el de afines al exsenador Ángel Franco; y el de militantes próximos a Pedro Sánchez, con el ex alcalde de Elche Alejandro Soler como cabeza visible.

Jiménez, por otro lado, evitó hacer ayer futuribles sobre posibles candidatos a la Secretaría General y aplaudió la posibilidad de que se presente quien quiera.