El PSOE de la provincia puso fin ayer a cuatro meses de bloqueo orgánico. Tal y como avanzó este diario en su edición del pasado domingo, los socialistas alicantinos han sido finalmente capaces de conformar una gestora después de que el anterior secretario general, David Cerdán, dimitiera el pasado mes de mayo. Desde entonces, la formación ha estado descabezada. Sin dirección y sin gestión.

El acuerdo, con todo, no ha sido tan arduo como cabía prever en un principio. Los tres sectores del socialismo alicantino -el oficialista de Ximo Puig, los afines a Ángel Franco y los sanchistas- se han puesto de acuerdo y han conformado una dirección provisional de perfil bajo y que apenas tendrá poder decisorio. ¿Por qué? Básicamente, porque el congreso provincial está a la vuelta de la esquina. El PSOE celebrará previsiblemente en noviembre ese cónclave interno y de él saldrá el nuevo secretario general provincial, su ejecutiva y el documento político que guiará a la formación en los próximos años.

La gestora únicamente se encargará de convocar ese congreso. Pero es que, además, el partido tiene previsto crear una comisión específica que se encargue de organizar esa cita. Por ende, el papel de la dirección provisional queda más que reducido.

Las tres grandes familias del socialismo alicantino han configurado el equipo sin demasiadas tensiones, según señalan. La presidenta será la exdiputada en las Cortes Elvira Jiménez, de Alicante, mientras que la vicepresidencia recae en la concejala de Guardamar Ana Martínez. Junto a ellas habrá, además, otros 13 vocales.

Los principales actores en el proceso de negociación han sido tres. Por el lado oficialista, el peso de las reuniones lo ha llevado el portavoz socialista en la Diputación y secretario de Valencianismo y Federalismo en la ejecutiva nacional, José Chulvi; acompañado por el diputado autonómico Rafa Briet.

Como ocurrió en las primarias federales, la cabeza visible del sanchismo ha sido el exalcalde de Elche y ahora miembro de la ejecutiva federal Alejandro Soler, que ha contado con el apoyo de José Asensi. Y, por último, el exsenador Ángel Franco ha estado especialmente activo en las negociaciones que se han llevado a cabo durante las dos últimas semanas.

Una vez resuelta la incógnita de quiénes se harían cargo de la gestora, el gran foco de atención queda ahora puesto en los candidatos a las primarias. Aunque ninguno de los dirigentes que suenan con fuerza para optar a la Secretaría General ha confirmado sus intenciones públicamente, un nombre gana enteros con el paso de los días: Rubén Alfaro. El alcalde de Elda y presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias ha dejado entrever en círculos próximos que sí peleará por asumir el timón del socialismo alicantino para tratar de reactivar una estructura que no termina de convencer a su secretario general nacional, Ximo Puig.

El que no se presentará es el primer edil de Alcoy, Toni Francés, a pesar de la insistencia del sector oficialista. Según confirmó él mismo a este diario el pasado fin de semana, se autodescarta. Aún está por ver si el sanchismo postula un candidato.