La intención del Gobierno de España, anunciada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, de ofrecer al Gobierno catalán una mejora de la financiación y aumentar su autonomía fiscal si retira el referéndum del 1 de octubre generó ayer una complicación añadida en el debate sobre la reforma del actual modelo, la gran reivindicación del Consell y buena parte de la sociedad valenciana. La propuesta de De Guindos, que ha ofrecido abiertamente más dinero a Cataluña porque ahora existe más margen fiscal debido a la recuperación económica, genera incertidumbre porque una financiación a la carta para contentar a Cataluña afectaría a los intereses valencianos. Ofrecer más recursos solo a una parte en el futuro reparto debilitaría ineludiblemente las posiciones del resto, lo que complicaría las posibilidades de la Comunidad de acercarse a la media en el reparto de recursos.

Además, si se abriera una negociación entre el Estado y Cataluña, el resto territorios exigiría lo mismo que se acordara con aquella autonomía y esa negociación no se cerraría de forma inmediata lo que choca con uno de los pilares de la reclamación valenciana, la urgencia en la reforma. Sin ir más lejos, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reclamó el miércoles en la clausura de la cumbre de expertos en València organizada por el Ivie que se aborde la reforma con urgencia. Además, el proceso de reforma de la financiación vuelve a acumular retrasos porque sigue sin constituirse el comité técnico permanente para el que el Consell nombró en agosto al experto José Antonio Pérez. El Gobierno se comprometió a iniciar los trabajos en septiembre y concluirlos en noviembre, pero cerca ya de acabar el mes, la situación excepcional de Cataluña parece haber frenado ese movimiento.

Además, una hipotética negociación con Cataluña que anuncia el Gobierno también chocaría con otra de las reclamaciones valencianas, la de que no pueden tejerse trajes a medida de ninguna autonomía ni más privilegios ya que la Constitución garantiza el principio de igualdad entre españoles, algo que, según el Consell, hace tiempo que ya no se cumple. Y un acuerdo del Gobierno con Cataluña que incluyera la mejora de la financiación evindenciaría ante la opinión pública que solo las autonomías que se enfrentan al Gobierno y crean tensión (montar el pollo en es la expresión que ha usado el Consell) acaban por sacar rédito económico.

Aunque el Consell no se pronunció oficialmente ayer sobre la oferta de De Guindos a Cataluña, el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, sí se ha referido en las últimas horas al debate sobre la reforma de la financiación ya que cree que el dictamen de los expertos incluye novedades importantes. En su opinión, el hecho de que los técnicos hayan certificado la falta de suficiencia global del sistema obligaría al Estado a aportar más fondos por lo que podría darse el caso que en la negociación ninguna de las autonomías perdiera un euro. En ese caso, la Comunitat Valenciana, la peor financiada de España, tendría más opciones de acercarse a la media mientras las autonomías mejor financiadas no perderían recursos lo que facilitaría el pacto. Por eso, aunque el debate sobre la situación en Cataluña impregna todo lo demás, el conseller considera que sí es un buen momento para avanza.

Cambio de recorrido en la marcha

En ese contexto, con Cataluña como único foto de actualidad, los sindicatos mantienen con el apoyo del Consell para el próximo sábado 28 de octubre la manifestación en protesta por la falta de financiación. Ayer, UGT ofreció a la lideresa del PP, Isabel Bonig, fijar ella misma el día y el recorrido de la manifestación por la financiación si el PP, que se ha excluido, se suma a ella, según anunció el secretario general de UGT, Ismael Sáez, que informó que ha mandado un mensaje a Bonig pero no ha recibido respuesta. El recorrido cambiará para evitar que acabe en la plaza de América, donde desde principios de año el PP tiene su sede después de que Bonig denunciara que se busca un escrache ante sus puertas. Sáez aseguró ayer que la Comunitat Valenciana necesita un sistema que reparta mejor la riqueza. Lo hizo justo el día en que el Instituto Nacional de Estadística (INE) actualizó los datos del PIB per cápita por autonomías que sitúan a la Comunidad Valenciana entre la España pobre. El PIB per cápita de los valencianos en 2016 fue de 21.296 euros mientras en Madrid llegó a 32.723 euros. Una situación muy complicada para el Gobierno del Botànic con posiciones muy diferentes sobre los acontecimientos que se están produciendo en Cataluña. Puig, con perfil bajo; y Compromís, a tope contra Rajoy. La dirección del PSPV aseguró ayer que cada partido puede tener su postura sin tener que dañar al Consell.