La vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Política Inclusiva, Mónica Oltra, aseguró ayer en Alicante que «las prisas en política son malas consejeras» y apeló a la «serenidad» y al «consenso» con todos los sectores en plena controversia sobre la aplicación de la tasa turística. Una resolución aprobada el pasado viernes en las Cortes Valencianas con los votos de Podemos -que planteó la propuesta- y Compromís, la abstención del PSPV y Ciudadanos y la única negativa del PP.

Desde su aprobación, la propuesta no ha hecho sino generar polémica al ser rechazada de pleno por el sector hotelero, criticada duramente por el PP y crear división en el seno del propio PSPV, que gobierna junto a Compromís en la Comunidad. Los socialistas valencianos la aplauden, mientras el grupo municipal del PSOE en Alicante es contrario a su aplicación al considerar que «frenará la economía provincial». También desde la Diputación alicantina, su presidente, César Sánchez, criticó duramente este impuesto.

En este contexto, la vicepresidenta rebajaba ayer la tensión, llamando a la «calma» y declarando la disposición del Gobierno valenciano a «ver las distintas realidades y tratamientos» para su aplicación, según manifestó tras reunirse en la Institución Ferial Alicantina (IFA) con miembros del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) a la que también asistió el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz.

Su presidente, Perfecto Palacio, trasladó a Mónica Oltra la «incertidumbre en la economía y la inversión» que un impuesto de este tipo crea en un sector como el de servicios, «que supone el 72% de todos los empleos». E, igualmente, habló de «diálogo» con el sector, «porque creo que se pueden llegar a acuerdos en beneficio del motor principal de esta Comunidad como es el turismo», añadió Palacio. La vicepresidenta, por su parte, insistió en la «reflexión». Oltra dijo que se va a estudiar la propuesta para ver «qué impactos distintos hay, en función de las realidades distintas existentes, y ver también cómo se vehicula».

«Hay muchas preguntas»

La vicepresidenta reconoció que «hay muchas preguntas» sobre el tema. No obstante, advirtió de que«el término tasa turística no dice nada, entonces es difícil posicionarse sobre algo que no se sabe lo que va a ser». Entre otras cuestiones que aún se tienen que responder planteó si se vehiculará «a través de la Generalitat o los ayuntamientos»; si «hay exenciones o diferentes tramos, unos mínimos o máximos». Porque «no es lo mismo un hotel de cinco estrellas de lujo que una casa rural del interior en zona despoblada», subrayó la vicepresidenta, quien insistió en que lo que plantea el Consell es «hablarlo, reflexionarlo y ver las distintas realidades y distintos tratamientos». Además, aseguró que desde el Gobierno valenciano no se han puesto plazos para su aplicación.

El diálogo se realizaría con los sectores implicados, los empresarios, pero también con los sindicatos y, quizá, las "kellys" (camareras de piso de los hoteles) tengan algo que decir», añadió. Todo ello para diseñar un «instrumento complejo para unas realidades complejas y diversas», insistió. En este sentido, Mónica Oltra aludió al espíritu que «caracteriza» al Gobierno valenciano (PSPV-Compromís) de una gestión desde «el consenso y la codecisión».

Por otra parte, además de temas sociales, otro de los temas que pusieron sobre la mesa en la reunión con Ineca por parte de representantes agrarios alicantinos fue el problema del déficit de recursos hídricos que sufre Alicante, y más en los actuales tiempos de sequía. La vicepresidenta abogó por «un gran Pacto por el Agua, entendiendo que tiene que haber un reparto equitativo, pero que también tiene que haber agua para siempre».