La presión política del PSPV ha llevado al presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, a dar marcha atrás respecto a la celebración del acto que prepara la institución provincial para homenajear a exdiputados alicantinos. El evento formaba parte de los actos de celebración que iba a realizar la Diputación con motivo del 9 d'Octubre, Día de la Comunidad Valenciana. Como si no hubiera más tiempo en la agenda de la corporación, el equipo de gobierno colocó el homenaje a los exdiputados en una de las fechas más señaladas para la Generalitat y por la que se celebra anualmente un gran acto institucional en València. La presión política del PSPV en la Diputación ha hecho «recular» a su presidente y ha ahorrado un conflicto político a las ya de por sí tensas relaciones entre la institución alicantina y el Consell.

La rectificación de César Sánchez fue ayer aplaudida por algunos miembros de su partido, mientras que otros consideran que el «consenso» alcanzado con los socialistas de la Diputación es «bueno», pero que no había ningún problema en la celebración de ese acto coincidiendo con los actos del 9 d'Octubre al ser mumerosos los municipios que realizan otros actos institucionales en la provincia. El propio César Sánchez tiene en su pueblo, Calp, el acto institucional del 9 d'Octubre y la entrega de Premios Jaume Pastor i Fluixà que se celebra en el municipio desde hace más de 15 años.

El gobierno de César Sánchez ha sido el primero en celebrar el 9 d'Octubre en la Diputación de Alicante. Así, organizó por tercer año consecutivo una celebración en el Palacio Provincial, que en esta ocasión iba a rendir homenaje a los exdiputados, mientras que uno de los vicepresidentes -aún no está decidido, pero se habla de Carlos Castillo- acudiría al acto oficial de Valencia. La Diputación llegó a hacer público que el homenaje a los exdiputados sería el 9 d'octubre, pero dos días después lanzó un comunicado informando de que se había adelantado la fecha después de «alcanzar un consenso» con el portavoz del grupo socialista en la Diputación de Alicante, José Chulvi, que había puesto el grito en el cielo y que calificó de «provocación maliciosa» y de contraprogramación que la Diputación hiciera un reconocimiento a los diputados coincidiendo con los actos oficiales de la Generalitat. Para el portavoz socialista la convocatoria de este acto el mismo día 9 de octubre supuso una «falta de respeto institucional» y un intento de «dividir» a ambas instituciones.

Las presiones del PSPV en un momento político marcado por el inicio de la segunda fase de la legislatura han llevado a Sánchez a dar marcha atrás y a admitir que si no cambiaba la fecha la pugna con la Generalitat estaba servida. El presidente de la Diputación ha preferido ahorrarse un conflicto «extra» sin retorno de inversión y ha optado al final por no realizar este año actos institucionales, salvo la jornada de puertas de abiertas que sí se mantendrá.

El 9 d'Octubre es una fecha clave para el gobierno valenciano, más si cabe en plena reivindicación de los derechos de la Comunidad por una financiación en igualdad con el resto de autonomías y por la que se ha convocado una manifestación el 28 de octubre, donde la simbología de la fecha cercana a los actos para festejar del 9 d'Octubre ha tenido mucho que ver.

Sánchez señaló ayer que no hay ninguna «intención maliciosa» en la institucionalización del 9 d'Octubre en la Diputación ni de «reventar» el acto de la Generalitat y explicó que tras pedir el grupo socialista un cambio de fecha del acto se lo pensó mejor, llamó a su portavoz José Chulví el sábado pasado y acordó con él adelantar el evento al 6 de octubre. «Tengo un sentimiento profundamente autonómico», remarcó el presidente de la Diputación a este periódico.