La futura implantación de una tasa turística en la Comunidad Valenciana podría facilitar una recaudación de entre 39 y 48 millones, según los cálculos que figuran en el informe con el que trabaja la Conselleria de Hacienda sobre la creación de un impuesto que grave la pernoctación en nuestro territorio. La aprobación de una iniciativa de Podemos -socio parlamentario del Consell del Botànic que comparten los socialistas y Compromís- en el último Debate de Política General celebrado en las Cortes ha terminado por abrir un melón que, en cualquier caso, necesitará de un amplio consenso de todos los empresarios turísticos para poder salir adelante una vez que ya se ha aprobado ese «mandato» de las Cortes, donde la resolución salió adelante con el respaldo de Podemos, Compromís y cinco no adscritos, la abstención socialista y Cs y la oposición del PP.

Hace un tiempo que la Conselleria de Hacienda maneja un informe para poder generar ingresos suplementarios a través de una tasa turística, algo que ya se aplica en otras comunidades vecinas -Baleares y Cataluña- y en buena parte de países de Europa. La medida, en ningún supuesto, cargaría a los empresarios. Se aplicaría a los visitantes tanto en establecimientos hoteleros como también en apartamentos, lo que de alguna manera obligaría al Consell a estrechar la vigilancia sobre los alojamientos que funcionan al margen de la ley, como reclaman los empresarios. El informe de Hacienda cifra el ingreso en una cantidad mínima de 39 millones y un máximo de 48, lo que permitiría doblar la inversión que, hasta ahora, realiza el Consell en materia de Turismo. La diferencia tiene que ver con las horquillas de calidad de los establecimientos o con exenciones que se puedan aplicar a jóvenes o mayores.

Hay un cierto consenso político sobre el destino finalista del dinero, algo que también se cita en el informe. Es decir que el volumen total de la recaudación de la tasa vaya a la promoción del sector turístico. Estaría abierta, en cualquier caso, la fórmula de distribución de los fondos. Hay múltiples variables en función del acuerdo que se pueda desplegar en las próximas semanas. Desde gestionar esa partida de forma directa a través de la secretaría autonómica de Turismo hasta un sistema mixto que permitiría compensar con parte de los fondos a los municipios con más turismo para que puedan hacer frente a los servicios dejando la otra parte para que fuera gestionada desde la Generalitat. O, incluso, que los propios empresarios turísticos a través de mecanismos de participación puedan ofrecer su opinión sobre las prioridades. No hay nada decidido y todo está en función de la negociación.

La posición de Podemos, socio parlamentario del Consell del Botànic y cuyos votos son clave, es firme. Este asunto, de hecho, fue una de las ideas fuerza de la intervención del alicantino Antonio Estañ, síndic morado y líder autonómico de Podemos, en el Debate de Política General. El principal escollo, en estos momentos, es que efectivamente se produzca un acuerdo con el sector turístico y que acepten la implantación de la tasa, algo que parece muy complicado a la vista de la reacción inicial que ha tenido la patronal turística Hosbec. Pero la decisión de Podemos de desligar el debate de la Ley de Presupuestos resta tensión, evita desestabilizar el Botànic y concede un margen de tiempo mayor.