Las ayudas concedidas recientemente de forma directa por la Diputación de Alicante a los municipios de Mutxamel y Busot para un mercado municipal y un polideportivo respectivamente, así como la subvención a dedo que el equipo de gobierno otorgó a Calp hace año y medio para la construcción de las rotondas que dan acceso desde la N-332 a este municipio, rozan los cuatro millones de euros, casi un tercio de lo que la Diputación Provincial tendría que haber aportado en caso de haber accedido a entrar en el fondo de cooperación municipal del Consell que suponía una aportación de 13,7 millones para repartir entre todos los municipios de la provincia. Las ayudas por valor de casi cuatro millones de euros se han concedido de forma directa a la localidad donde es alcalde el presidente de la institución provincial y a otras dos gobernadas por dos de sus diputados.

La aprobación en el pleno del pasado miércoles de la subvención nominativa a Mutxamel por 1,2 millones de euros -la más cuantiosa de cuantas ha concedido el equipo de gobierno de forma directa este año- provocó un duro debate en la sesión respecto a la discreción e imparcialidad con la que, según la oposición, se mueven estas ayudas que aprueba el presidente de la institución, César Sánchez, y que logran mejorar la situación de municipios del PP con fines electorales. Mientras que el PSPV, Compromís y EUPV pidieron consenso con todos los grupos e igualdad comparativa a la hora de otorgar estas ayudas, los populares, que cuentan con el voto del diputado tránsfuga Fernando Sepulcre para poder sacar adelante sus propuestas, defendieron que las ayudas nominativas cumplen escrupulosamente la ley y que muchos municipios que han recibido subvenciones de la Diputación no están gobernados por el PP.

Compromís destaca, sobre todo, el hecho de que estos proyectos se financien al cien por cien mientras que existen 107 municipios que han tenido que pagar entre el 15% y el 50% de las obras, denunciando un agravio comparativo con otras localidades. Esta formación recordó en el pleno que con ese dinero se podría haber hecho frente a parte del fondo de cooperación del Consell que tenía como destinatarios a todos los munipios de la provincia, pero que la Diputación se negó a asumir alegando que no había dinero en los presupuestos de 2017.

Las pugnas entre Diputación y Consell llevaron a la institución provincial a posicionarse en contra de una iniciativa del bipartito de Ximo Puig y Mónica Oltra bajo la argumentación, por un lado, de que no había dinero, y por otro, apelando a que la Diputación reparte más dinero con el Plan de Obras y Servicios. A ello, los populares añadieron las críticas a la fórmula del «yo invito y tú pagas», que pretendía dejar en evidencia el pago del fondo, financiado a partes iguales con las diputaciones. La adjudicación de estas ayudas a dedo por casi cuatro millones de euros a municipios dirigidos por diputados del PP, aprobadas solo con los votos del equipo de gobierno y el respaldo necesario de Sepulcre, seguirán dando que hablar. De momento, han reabierto el debate en la Diputación sobre el destino de las subvenciones nominativas.