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La crónica de la jornada

El plan de Puig y la catalana Bonig

El presidente de la Generalitat centra en la gestión un discurso falto de contenido político - La líder del PP compara al Consell con los independentistas como principal argumento

Cualquier persona ajena a la política valenciana que hubiera aterrizado ayer en las Cortes durante la primera sesión del Debate de Política General para escuchar a la líder del PP, Isabel Bonig, se habría podido llevar la conclusión de que esta Comunidad vive anclada en la tensión y a las puertas de un proceso independentista calcado al grave conflicto territorial que se vive en Cataluña. Y es que si el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aprovechó para desgranar su proyecto para la segunda mitad del mandato con un discurso muy centrado en la gestión aunque, todo hay que decirlo, con poco bagaje de reflexión política sobre el futuro papel de la Comunidad; la líder del PP comparó al Consell con los independentistas de Cataluña como principal cartucho de su argumentación. «No venda esta Comunidad ni a los catalanos ni a los independentistas de Compromís», le espetó Bonig varias veces al presidente Puig. Una intervenciónde la líder del PP en la que, sin apenas alternativas, mantuvo la estrategia de colocar en el centro la diana a la formación de Mónica Oltra con el conseller de Educación, Vicent Marzà, como principal objetivo entre el indisimulado regocijo de Compromís.

En un debate que marca el inicio del curso político y que lanza la segunda mitad de la legislatura, Ximo Puig cuadró un larguísimo discurso en el que puso sobre la mesa su plan para la segunda mitad de la legislatura: aumentar el gasto social y desatascar la Dependencia, mejorar la Sanidad reduciendo las listas de espera y rescatando la gestión privada, un gran plan de mejora de infraestructuras educativas en colaboración con los municipios con defensa del plurilingüismo y de la normalización del valenciano, fomento de los planes de empleo para los jóvenes, medidas para potenciar la economía como el Banco Público Valenciano o reclamar a Madrid un trato justo para la Comunidad -«no lloramos, exigimos», advirtió durante varias de las intervenciones que tuvo a lo largo de la sesión- con el cambio del modelo de financiación junto a un paquete de inversiones como el Corredor Mediterráneo o la conexión ferroviaria de El Altet, una exigencia en la que Puig puso especial énfasis. «Nadie entendería que los aeropuertos de Madrid o Barcelona no tuvieran comunicación por tren», reflexionó el presidente.

«Este es el plan», zanjó Puig en una intervención inicial que hilvanó casí integramente en valenciano. Un discurso cercano a las dos horas que, en todo caso, pecó de una evidente falta de reflexión política sobre el papel que puede jugar la Comunidad Valenciana en un escenario tan complejo en el debate territorial como el que se puede abrir a partir de ahora. Puig no entró a fondo en la cuestión. Lo había llegado a considerar por consejo de alguno de sus colaboradores y de miembros de su Consell pero, finalmente, optó por una visión prudente a la espera de lo que ocurra en Cataluña. Pidió la financiación y más inversiones, en la misma línea de los últimos meses; y apostó por aplicar la ley pero a la vez por mantener abiertas las líneas de diálogo con el Ejecutivo catalán, a sabiendas de que la Comunidad se juega mucho en el desenlace de un proceso que afecta a nuestro principal socio comercial.

Pero Isabel Bonig se lanzó a tumba abierta contra el Consell con la munición de la comparación con el proceso de Cataluña y vinculando la gestión del conseller de Educación con un «chantaje lingüístico» -el decreto de plurilingüismo- que también liga con el intento del Consell de emular a los independentistas. Oportunidad perdida. Tiro al aire. Gastó casi 25 minutos de su intervención de media hora en demostrar, con la colaboración a coro de los miembros de su grupo parlamentario, que el Consell incumple sus promesas con un presidente que «miente sistemáticamente» al parlamento. Y luego entró en materia: cargó contra el sistema educativo por el «adoctrinamiento» catalanista, colocó al Consell en la hoja de ruta catalana, llegó a compararlo con los antisistema de la CUP, identificó el nombre de la nueva televisión valenciana con un lema independentista y rechazó la manifestación a favor de la financiación autonómica a pesar de reconocer el trato injusto para la Comunidad. «Así empezó Cataluña en 2007», lanzó Bonig para exigir a Puig que «no se fíe de los nacionalistas independentistas de Compromís. Aquí tiene al PP», mensaje que reforzó en las réplicas y que encontró eco en Ciudadanos. «Ya está bien de indecencias. Ni ambiente catalanizado, ni chorradas. Están ayudando a los que quieren combatir», les replicó Puig para explicitar, aunque no lo pareciera por el discurso de Bonig, que esta Comunidad no es Cataluña.

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