«Tenemos un gobierno hipersólido que probablemente agote la legislatura». Así de convencido se mostró ayer el portavoz del grupo socialista en las Corts durante su intervención, que clausuró la intensa jornada de debate. Manolo Mata cerró filas con el Consell y aseguró que e está «gestionando muy bien y nadie se está llevando dinero».

Según mata, el Ejecutivo está llevando a cabo una «revolución cívica de derechos» y aseguró que la situación en la Comunitat ha cambiado «de una manera espectacular» en estos dos años. Con todo, indicó que se necesitan más años para que «esto no sea un paréntesis» y los avances sean realmente visibles.

Defendió Mata la necesidad de no dar «ni un paso atrás» con el plurilingüismo en educación o la gestión de la sanidad pública «desde lo público» e instó a huir de «debates estériles» en el Parlamento para centrarse en los derechos de los valencianos.

Mata indicó que le preocupa especialmente el discurso de Ciudadanos, al que el PP «ha cuidado como un koala en la bolsa marsupial» y ahora representa «la línea dura» y saca a debate «el espantajo del catalanismo». Puso en valor que la Generalitat es ahora «una administración de cristal», recordó los «pufos» heredados del anterior Consell y advirtió de que «el odio envenena la valoración de lo que se está haciendo».