Pocas subvenciones a los municipios alicantinos alcanzan el millón de euros y muy pocas lo superan. Sin embargo, Mutxamel, donde es alcalde el diputado provincial Sebastián Cañadas, recibirá una ayuda directa por valor de 1.160.962 euros después de que la comisión de Infraestructuras de la Diputación de Alicante diera ayer su informe favorable para elevar la propuesta al próximo pleno con los votos a favor del PP y del diputado tránsfuga Fernando Sepulcre. Se trata de la ayuda nominativa más alta que César Sánchez ha otorgado a un municipio alicantino en lo que va de mandato después de los más de dos millones de euros que adjudicó a su municipio, Calp, para la mejora de los accesos de la N-332 a la localidad.
La comisión acordó elevar a la sesión plenaria del miércoles que viene -la primera que la Diputación celebrará después del verano- la subvención para la reconversión del antiguo colegio El Salvador en un mercado municipal, una obra que podría estar lista para su inauguración poco antes de las elecciones de 2019. La propuesta contó con el visto bueno del PP y del diputado Fernando Sepulcre, con la negativa de EUPV y con la abstención «técnica» de PSPV y Compromís, que ambos partidos justificaron en la importancia de debatir la propuesta en el pleno al formar parte del debate sobre las subvenciones nominativas. Por ello han trasladado su posicionamiento definitivo al miércoles que viene. La sesión amenaza con ser «calentita» y centrarse en el cuestionamiento del reparto de las ayudas a dedo, uno de los caballos de batalla de Compromís que lleva prácticamente todo el mandato exigiendo un cambio en los criterios de distribución.
La subvención forma parte de las ayudas directas que Compromís ha cuestionado, junto a otra de 800.000 euros a Busot -donde es alcalde el vicepresidente tercero de la institución- para un polideportivo, ya que están destinadas a financiar el proyecto de forma íntegra, mientras que cuando estas obras se otorgan a través del Plan de Obras y Servicios de la Diputación los municipios se ven obligados a pagar un porcentaje que oscila entre el 15% y el 50%.
Así, la coalición, convertida en el azote del presidente, César Sánchez, ha emprendido una guerra contra los vicepresidentes de la Diputación Provincial, una pugna que continuará al estar previstas más subvenciones para los pueblos gobernados por vicepresidentes del PP. Compromís juega ya en clave 2019 -año de elecciones- y enganchar en el ataque a Sánchez y a sus seis vicepresidentes es toda una estrategia política para lanzar los dardos a la cúpula del único bastión que le queda al PP en la provincia de Alicante. Y todo ello sin dejar de lado una de las luchas insignia de la formación: cambiar los criterios del reparto de fondos en la Diputación, una institución conta la que Compromís volverá a cargar en los dos próximos años.
La subvención que el PP elevará al pleno tras superar el trámite de la comisión de ayer es la segunda nominativa más alta del mandato de César Sánchez. La primera fueron los dos millones de euros para las famosas rotondas de Calp, el pueblo donde es alcalde. La tercera subvención nominativa más alta se ha ido a Busot, donde es alcalde Alejandro Morant, vicepresidente y diputado de Hacienda y Recursos Humanos. Las tres ayudas directas más altas de la Diputación desde que se formó la nueva corporación se han ido a diputados del PP.
