La dirección del PP de la provincia de Alicante ha puesto deberes de verano a sus dirigentes locales para preparar la gran batalla que tiene por delante la formación con la llegada del nuevo curso político: el intento de recuperar el Consell y los municipios más importantes que los populares perdieron en los últimos comicios autonómicos y municipales. Coincidiendo con un momento fundamental como es la segunda fase de la legislatura y con la reactivación política en las Cortes Valencianas a partir del Debate de Política General los días 13 y 14 de septiembre, la cúpula popular ya ha empezado a hacer acopio de los asuntos que convertirán en reivindicaciones, iniciativas parlamentarias en las Cortes Valencianas, programas municipales y negociaciones con el Gobierno Central y la Diputación. Todo ello con las elecciones de 2019 como principal horizonte.
En el último comité ejecutivo celebrado a finales de julio el PP requirió a las agrupaciones locales un listado con la situación actual de sus municipios, las carencias y proyectos a la espera de ejecución. Esta radiografía de los pueblos y ciudades de la provincia, en los que el PP gobierna y en los que no, les servirá para tener una visión general de todos los proyectos pendientes, sea cual sea la administración de la que dependan. «Queremos conocer de primera mano lo que ocurre en cada localidad y quienes mejor lo saben son las agrupaciones locales», manifiestan a este periódico fuentes de la dirección provincial.
Los resultados de este diagnóstico, que los populares alicantinos aseguran que está en la fase final a la espera de la recopilación de todos los datos municipales, «será la base sobre la que hacer seguimiento durante los dos próximos años», indican las mismas fuentes.
Así, el grueso de las iniciativas parlamentarias que los populares alicantinos registrarán en las Cortes Valencianas hasta 2019 saldrá, principalmente, de las conclusiones de esta radiografía municipal. Pero no solo se quedará ahí. También se abrirán cauces de diálogo con la Diputación Provincial y el Gobierno central para solucionar los problemas que se detecten, según añadieron las citadas fuentes.
De este listado de carencias también dependerá la confección de los programas de gobierno para todos los municipios. «Será más importante incluso que los candidatos, puesto que recogerán los puntos más decisivos en cada pueblo y que serán la base con la que nos presentemos a las elecciones», señalan desde la cúpula del partido. La intención de la dirección provincial es tener recopilada esta información a principios de septiembre para su análisis y posterior conversión en iniciativas parlamentarias y otras propias.
Ataque a los pactos de izquierdas
Una vez cuenten con esa radiografía provincial, los populares pretenden repetir parte de las quejas municipales en las localidades en las que no gobiernan. Buena parte del discurso que trabajan se centra en atacar a los ayuntamientos con alianzas de izquierdas y cargar contra ellos. Quieren transmitir la idea de que están parados y sin proyecto, metidos en guerras internas que los populares intentarán visibilizar para desprestigiar estos pactos progresistas y autoproclamarse como un partido renovado que lucha contra el «caos» y la «radicalidad». Se trata, en definitiva, de ir fraguando la estrategia de recuperación de sus principales bastiones en la provincia -solo les queda la Diputación, y no en vano están reforzando su papel y el de su presidente, César Sánchez- y de hacer caer el gobierno del Botànic. Y en esa entrategia la campaña de desprestigio de los pactos de izquierdas se torna crucial en la hoja de ruta del PP.
Para abrir el curso político e iniciar la gran batalla, los populares celebrarán el primer fin de semana de septiembre una interparlamentaria en València con la presencia de Mariano Rajoy, que ya ha confirmado su asistencia, según indicaron ayer fuentes de la formación. Diputados en el Congreso, así como otros representantes del Senado y parlamentarios autonómicos se unirán en esta cumbre después de que la dirección del PP haya avalado a Isabel Bonig como la mejor candidata a la Generalitat. Lo hacía recientemente en Elche el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, que le trasladó a la presidenta del PPCV todo el apoyo de la dirección nacional después de que la relación entre Génova y el PP autonómico se tensara. Primero, por la reacción del PPCV ante los Presupuestos Generales del Estado, contra los que Bonig llegó a firmar una crítica declaración en las Cortes Valencianas junto al resto de partidos y, en segundo lugar, por el enfrentamiento entre los dos precandidatos al congreso del PP de la provincia de Valencia que ha acabado con la creación de una gestora.
