Con Sonia Castedo en el tiempo de descuento y asumiendo que no seguirá como candidata del PP, a la dirección de los populares le aumenta cada vez mas la temperatura de la «patata caliente» que tiene en el Ayuntamiento de Alicante. A pesar del anuncio de Castedo, la cúpula de la formación sigue teniendo claro que la primera edil difícilmente se marchará de su puesto antes de que finalice la legislatura y tampoco los populares están por la labor de afrontar la crisis que supondría bien un voto de censura bien bien echar a la alcaldesa al grupo de no adscritos. Así que los populares, en el momento que elijan candidato en febrero y de seguir así las cosas, podrían tener una incómoda bicefalia. Más madera. redacción