La directora general de la nueva radiotelevisión valenciana, Empar Marco, afirmó ayer que es «complicado» que la nueva cadena pública empiece a emitir antes de que acabe el año, pues aún no dispone de personal, contenidos nuevos, equipamiento tecnológico adecuado o un edificio «habitable».

Marco realizó estas declaraciones en las Cortes Valencianas, donde también comparecieron los miembros del consejo de liquidación de la antigua Radiotelevisión Valenciana, que anunciaron que esperan concluir el proceso liquidador el último trimestre de este año, «si no surgen problemas», y en todo caso hacerlo antes de final de año. Aseguró que tienen «muchas ganas de empezar a emitir» y defendió la necesidad de una plantilla de un máximo de 500 personas para dar un servicio público «digno» y «moderno», pues por debajo de esa cifra habría que externalizar y eso «no es barato».

Marco aseguró que la relación de puestos de trabajo para la nueva cadena se ha elaborado «con rigor» y no «a ojo», y no se ha hecho «para favorecer a nadie ni para crear ningún monstruo», pues no se quieren repetir los «errores que llevaron a RTVV al fracaso».

Indicó que buscarán «cualquier rendija» que, con garantías, permita acortar los plazos de emisión, y ha insistido en que no puede haber un calendario para las emisiones mientras no haya personal y no se adquieran contenidos. Sobre la bolsa de trabajo temporal, indicó que el proceso administrativo está siendo «muy complicado» y recordó que fueron las Cortes las que fijaron en la ley una preferencia para los extrabajadores de RTVV, mientras que destacó que su interés es convocar las pruebas selectivas lo antes posible. Tras recordar que lleva poco más de cuatro meses en el cargo, precisó que este año están previstas contrataciones para cubrir mas de 4.000 horas de televisión, con lo que se dará trabajo a 800 personas del sector audiovisual, y dijo que actúan «con rigor, con ética» y cree que «con estética».

La directora general defendió que el presupuesto de la nueva RTVV supone 11 euros por valenciano y año, inferior a la media de las televisiones públicas españolas y lejos de los 67 euros de Europa.

Por su parte, los liquidadores de RTVV anunciaron que esperan que antes de que acabe el año concluya la liquidación de la anterior cadena, para la que el único obstáculo importante es la aprobación de las cuentas de 2016 (actualmente en fase de auditoría), pues de 2017 creen que bastaría con una revisión contable. Los liquidadores destacaron que ya han transcurrido tres años desde la apertura de la liquidación y las circunstancias «son más manejables». Admitieron que no les gusta que «tarden tanto» las auditorías y en ser aprobadas las cuentas, y han anunciado que al final harán balance de cuánto ha costado la liquidación. Indicaron que está previsto ceder una parte de las instalaciones del centro de Burjassot a RTVE y destacan que hay unos ingresos de 400.000 euros anuales por la cesión de la red de repetidores a entidades privadas, que pagan con una puntualidad «extrema».