El edificio Prop de la Generalitat vivió el pasado mes de junio uno de sus mayores colapsos. La cola de usuarios que querían presentar documentos atravesaba la calle. El motivo era la solicitud para recibir las ayudas al alquiler de viviendas. Decenas de personas formaban la larga fila que se mantuvo durante varias mañanas. Uno de los factores que sumó más caos a este trámite fue la presentación telemática de los documentos. Una modificación pensada para agilizar que, sin embargo, causó el efecto contrario.