A dos velas y prácticamente invisibles como parlamentarios. Así se quedarán los cuatro diputados críticos que abandonaron el grupo de Ciudadanos. Muy a su pesar, el exsíndic Alexis Marí y los otros tres parlamentarios críticos (David de Miguel, Alberto García y Domingo Rojo) serán tratados en las Cortes Valencianas como tránsfugas, la palabra de la que reniegan ya que mantienen que ha sido su partido, y no ellos, quien ha estafado a sus votantes con un giro liberal. El reglamento de las Cortes, sin embargo, no entiende de disquisiciones ideológicas, ni de enfrentamientos personales, y sólo marca un camino para quienes pierden el escaño que ocupaban en su grupo parlamentario. Los díscolos de Cs habían intentado que se les aplicara un estatuto similar al que logró la exdiputada Glòria Marcos en 2008 cuando fue expulsada junto con otros tres diputados del primer Compromís.

Entonces, la Mesa de las Corts aprobó una resolución en la que se especificaban los derechos de los diputados no adscritos y marcaba una excepción para los casos específicos de las coaliciones electorales si todos los miembros de una misma formación dejaban de pertenecer a la coalición. En realidad, aquella excepción fue un guiño que el PP quiso hacer a Marcos en detrimento de Mónica Oltra, a quien el PP ya tenía en el punto de mira. Por otro lado, la Junta de Síndics aprobó que este mes de julio se habilitará para actividad parlamentaria y que el debate de Política General se celebrará el 13 y 14 de septiembre.